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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

FRUTOS DE INVIERNO


caqui Salome Guadalupe Ingelmo
Viejo caqui, aun a su edad, cargado de frutos


Deberían haber sido sus años más serenos, de reposo y certezas: un merecido descanso tras una vida de fatiga. Y sin embargo… para algunos la paz será eterna.
Ahora habrá de ser el Tribunal Supremo quien depure, de existir, responsabilidades por las circunstancias que rodearon las muertes de los 5.979 ancianos fallecido por COVID-19 —1.251 casos confirmados mediante PCR y 4.728 con síntomas compatibles— en residencias de la Comunidad de Madrid durante lo peor de la epidemia. Las pruebas parecen demostrar que el 80% de los afectados, a pesar de estar enfermos, no fueron derivados a los hospitales para ser tratados allí. Únicamente se les dispenso cuidados paliativos, no curativos.
Y ello no porque los centros, a quienes la administración regional dejó abandonados, no hiciesen todo lo posible por ayudar a los residentes; sino porque los responsables regionales de Sanidad, mediante un protocolo que imponía instrucciones con criterios de selección discriminatorios, prohibieron el traslado de pacientes muy dependientes —como los ancianos con demencia moderada o grave—, discapacitados e incluso enfermos oncológicos y de otro tipo debilitados, más especialmente aún si eran de edad avanzada. Aunque de esta cruel criba quedaron exentos quienes disponían de un seguro privado, un salvoconducto que, parece ser, aun en una sociedad democrática, concede más opciones para la vida.
Parece que estas directivas fueron enviadas incluso a los centros de salud, para que los médicos que visitaban a este género de pacientes en sus domicilios evitasen la derivación a los hospitales y recomendasen la atención en el propio hogar
La comunidad se defiende argumentando que ese documento era únicamente un borrador. Algo que ha sido repetidamente desmentido por diversos implicados. Las excusas son inconsistentes: primero era un borrador, luego no se llegó a enviar, después se modificó…
No deja de resultar llamativo que los macabros hechos se hayan producido en una comunidad gobernada por partidos notoriamente contrarios a la regulación de la muerte digna. Es decir, que recurrir a una eutanasia legal por petición del interesado —una necesidad desatendida durante demasiado tiempo, ahondando gratuitamente en el dolor de situaciones de por sí dramáticas— no, porque es asesinar; pero que las administraciones tengan la potestad de decidir arbitrariamente y por motivos espurios sobre la vida o la muerte de los ciudadanos, eso está muy bien.
Aunque no querría malmeter, la siniestra circunstancia —“anécdota, según la señora Ayuso— trae a la memoria otro gobierno de infausto recuerdo y su proyecto de eugenesia: Tercer Reich, con el fin de lograr la “higiene racial”, se emprende, entre otras medidas, la supresión masiva de discapacitados físicos y mentales, enfermos incurables, niños deformes y demás lastres para la sociedad —el programa denominado Aktion T4—. Esterilización y supresión siguiendo, de nuevo, criterios de selección. Pero, claro, cuando lo hacían los nazis era otra cosa.
Curioso que la retirada Esperanza Aguirre no parase de comparar a Goebbels, Ministro de Propaganda del régimen, con Pablo Iglesias, o viceversa. Según ella, el actual vicepresidente aspiraba, ya en su etapa de opositor, a monopolizar el control de los medios de comunicación para evitar la crítica y la disidencia. El gobierno regional quisiera, pero sencillamente no puede. A la señora Ayuso le crecen los enanos y, tristemente, los cadáveres ya no le caben ni debajo de las alfombras ni dentro de los armarios.
“Vidas indignas de ser vividas”, se las denominaba entonces. Muchos miles murieron en el Aktion T4. Se estima que, entre septiembre de 1939 y el final de la guerra en 1945, unas trescientas mil personas fueron asesinadas en hospitales psiquiátricos de Alemania, Austria, la Polonia ocupada y el protectorado de Bohemia y Moravia. Entre ellos también se cuenta Herta Schreiber, desaparecida con tres años recién cumplidos, que en la foto llora su aciaga suerte. Esa a la que el famoso doctor Asperger la había condenado al recluirla en el pabellón pediátrico de la tétrica clínica Am Spiegelgrund por estar aquejada de encefalitis: “Trastorno severo de la personalidad (¿post-encefalítico?): Retraso motor más severo; idiotez erética —relativo al eretismo, es decir a una actividad muy intensa, y limitada en el tiempo, de un organismo o parte de él—; convulsiones. En casa, la niña debe de ser una carga insoportable para la madre, que ha de cuidar a cinco hermanos sanos. El ingreso permanente en Spiegelgrund parece absolutamente necesario”, había dictaminado el médico.
Porque los números de la tragedia también tienen rostros, no lo olvidemos nunca.



doctor Asperger y Herta Schreiber en clinica Am Spiegelgrund
Doctor Asperger y Herta Schreiber en la clínica Am Spiegelgrund

eutanasia nazi
"Vidas indignas de ser vividas", según el nazismo



Anciano apenado (En la puerta de la eternidad) Vincent van Gogh​ 1890
Anciano apenado (En la puerta de la eternidad), Vincent van Gogh​ 1890


Elton John y Melbourne Symphony Orchestra, Sixty Years On (Sydney, Australia, 14 de diciembre de 1986)

4 comentarios:

  1. El horror es su aspecto más cínico.
    Un abrazo.

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  2. La muerte, se demuestra, importa poco.
    En este mundo, harto mercantilista y, de moral excluyente, se ha practicado y de lo hecho se aprende.
    Leía esta mañana que probablemente el covid fue inyectado al menos en el 5% de las vacunas en el mes de octubre y, de ahí esa explosión de enfermedad de golpe y muerte en dias seguidos.
    Gracias por tan ilustrativo texto.
    Besos.

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