El fascismo hace uso del chantaje sin pudor. El fascismo toma rehenes. El fascismo pretende siempre imponer sus reglas por la fuerza y no por la razón. El fascismo no entiende de bandos ni partidos. El fascismo no es honra ni siquiera para los suyos, si es que realmente lo fueron. El fascismo no le hace ascos a nada y, cual Cronos sin escrúpulos, acaba alimentándose sin empacho de sus propios hijos. Pero junto con ese abominable banquete, consume también su propio tiempo. Y en esa loca carrera sin vuelta atrás, se precipita hacia el despeñadero.
A lo mejor es que no hemos evolucionado
tanto como queremos creen. A lo mejor es que las trincheras siguen abiertas.
David Olère, El ogro de las SS |
Ismael Serrano, Al Bando Vencido
Ismael Serrano, Papa cuentame otra vez
Ahora ni siquiera tiran mano de ideología alguna, van a por el abuso de poder, puro y duro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que lo hagas notar, porque efectivamente así es: el deseo de poder y dinero a toda costa ha barrido el pensamiento político. Hombre, a un oponente que realmente fuese íntegro y consecuente, aunque lo estimases equivocado en sus planteamientos, podías respetarlo siempre que él también se guiase por el respeto; pero a este tipo de escoria que tanto ha proliferado... Han degradado al ser humano hasta límites insospechados.
EliminarUna de las señas de identidad del fascismo es la falta de respeto a los demás, por desgracia a mi entender la falta de respeto llega ya a niveles del subconsciente colectivo a través de la manipulación por todas las vías imaginables e inimaginables. Besos.
ResponderEliminarCiertamente andamos en horas muy, muy bajas. Basta poner el primer telediario al azar... Manda "piiii", tener que aguantar lecciones de moralidad, principios, dignidad y democracia de determinados individuos. Besos.
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