Estoy viendo una vez más V de
vendetta —todas parecen pocas— y una estrofa ronda mi mente cual insecto pertinaz:
«E il mondo che ti dice / “tu pensa alla salute” / che c'è chi pensa a quello a
cui non pensi tu».
Como casi
siempre, Ligabue tiene más razón que un santo. A falta de un hervor, totalmente
en Babia.
Hemos pensado sólo
en la salud demasiados años y muy poco en ella durante la pandemia, cuando reclamábamos
nuestro sacrosanto derecho a tomarnos una cañita a la madrileña; oscuros
intereses estaban aprovechando la crisis sanitaria para arrebatarnos nuestra libertad…
Intentaban controlarnos mediante Dios sabe qué diabólica tecnología oculta en
las vacunas… Pero, me pregunto, ¿qué necesidad hay de controlar un cerebro
habituado a no reflexionar? ¿Qué amenaza puede constituir una mente sometida y
satisfecha con su cautiverio? Out of reach.
Si hubiésemos
pensado menos en la salud durante décadas, otro gallo nos hubiera cantado.
Por mucho que
algunos estén empeñados en hacérnoslo creer, el último centímetro, de seguro,
no se ubica en un bar.
Quizá un día,
como el viejo Rip Van Winkle, despertemos de nuestro largo y profundo letargo, oportunamente
acunado al son de «veinte años no son nada». Para descubrir, entonces, que no
era cierto.
El retorno de Rip Van Winkle, John Quidor (1849) |
Cosa vuoi che sia, Luciano Ligabue
"¿qué necesidad hay de controlar un cerebro habituado a no reflexionar?" esta es la cuestión que pone patas arriba la inutilidad de los sistemas educativos actuales.
ResponderEliminarEs una pregunta de antología.
Saludos
Francesc Cornadó
Me has dado en uno de los lugares que más me duelen... Una causa que jamás daré por perdida desde las aulas, así muera en el intento de que recuperemos el uso del cerebro. Pero el problema no es, ni mucho menos, nuevo. Lamentablemente, viene ya de antiguo. Sigo pensando que el régimen hizo mucho daño en este sentido, y después no supimos o no quisimos poner remedio. Resultaba demasiado útil para algunos. Cálidos abrazos.
EliminarNos venden humo y lo compramos.
ResponderEliminarSaludos.
Tú lo has dicho: los últimos responsables somos nosotros. Grandes abrazos.
Eliminar