La vida del escritor arraiga en una sana y equilibrada mezcla entre la
disciplina, la pasión y la resistencia al dolor. Porque, sí, escribir —escribir
exponiéndose— duele, como duele vivir. ¿Que cuál es el truco entonces? El truco,
queridos niños, consiste en que no te importe que te duela.
Muerte de Hércules,
Francisco de Zurbarán (1634) |
Jethro Tull, Salamander y Taxi Grab (1976)
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