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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

DE JÍBAROS Y MICROCÉFALOS

Cabeza reducida por los jíbaros (Perú)


Esto es lo que sucede cuando un microcéfalo racista, machista e ignorante —un pedazo de jíbaro en toda regla, como decía mi abuela y con perdón de los pobres indios está al mando. 
Trump, como todos los matones cobardes, persistiendo en sus notorias actitudes totalitarias y fascistas, amenaza con su primo el de Zumosol. Así que "cuando empiezan los saqueos, comienzan los tiroteos", ¿no? Que los agentes del Servicio Secreto destinados a la vigilancia de la Casa Blanca están deseando "entrar en acción", aseguraba hace un par de días el muy mameluco.
Yo daría una idea a las fuerzas del orden obligadas a defender a un impresentable así; no sería la primera vez que los instrumentos de represión al servicio del poder se pusiesen de parte de un pueblo al que consideran en posesión de la razón. Propongo que su portavoz dé una rueda de prensa y se dirija a los ciudadanos: "Señoras y señores, nosotros vamos a tomar un café; nos ausentaremos durante una hora o así. Ahí están las llaves, tienen barra libre". Como decía Luisma —de la serie Aída— cuando pretendía pillar a Macu en flagrante adulterio: "me voy muy lejos. O sea que cualquier cosa que tú hagas, yo no la veré. Y, como nadie me dirá nada, jamás me enteraré".
A ver si entonces seguimos siendo tan chulitos.



The Captive, John Simpson (1782–1847)
The Captive, John Simpson (1782–1847)


Fortunate Son, Creedence Clearwater Revival

2 comentarios:

  1. Han pasado 50 años y las cosas están igual o peor, ese impresentable les está arruinando el país y parece que no les importe.

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  2. Tampoco sería justo afirmar que no les importa, creo, querido Alfred. La verdad es que me da mucha pena y me genera incluso ternura. Y sin embargo, al mismo tiempo, no podemos olvidar la responsabilidad de los electores: no se puede votar con las vísceras y luego echarse las manos a la cabeza. Eso de yo voto para castigar o incluso en plan de coña porque, total, un voto arriba un voto abajo... Pues bien, la realidad confirma lo que puede suceder. Porque un voto quizá no, pero si yo, el otro y el de más allá razonamos igual... Pues eso, que al final un cretino impresentable gana las elecciones. Que si te das cuenta, al principio se veía que no se lo creía ni él: por supuesto, no había contado con esa posibilidad. Claro que, me da a mí, que el chollo se le está acabando. Y sospecho que su gestión va a suponer un lastre para el partido de cara a los votantes durante no poco tiempo. Con razón, claro. Pero eso el partido también lo podía haber previsto: la pasta no puede serlo todo en la vida; más les hubiese valido optar por otro candidato. Besos

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