Templo de Bel, Palmira (Siria), 1996 |
Misión arqueológica italiana (Pisa-Bolonia) en Tell Afis, Siria 1996.
Si en Pisa me descubrí a mí
misma, en Siria, en Palmira, descubrí a Dios.
De Siria, amén de su salvaje
pero serena belleza —la belleza reposada de los años, del silencio en su
desierto sin horizonte—, en mi memoria, sobre todo, la sobrecogedora hospitalidad
de sus gentes, siempre solícitas con el peregrino. Esa hospitalidad a la que
hoy no correspondemos.
Han pasado, por encima de
todos nosotros, muchos años. Siria en 96… ¿Dónde estaréis hoy, compañeros?
La última mirada de Zenobia sobre Palmira, Herbert Gustave Schmalz |
The Cranberries, Zombie
¡Qué fotos!, son magníficas.
ResponderEliminar¡Qué pena, siento hoy por Siria!
Saludos
Francesc Cornadó
Un saludo.
ResponderEliminarSiempre un placer verte por aquí. Besos
ResponderEliminarTriste y evocador. Gracias
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