Luz en el Barrio Judío |
NOCHE DE ALMAS
Sangre negra;
corazón blanco.
Molesto
porque a oscuras me quieren
y yo la llama no apago.
Qué le voy a hacer
si tengo sucias las manos
y la conciencia,
clara.
Si en mi espejo se miran
y el reflejo no encajan.
(S. G. I. Madrid, 10 de julio de 2012)
Filósofo a la luz de una vela, Joseph Wright of Derby |
Dedicado
a todos los hombres que encienden la llama. Y también, a las mujeres recias que la
mantienen viva en su ausencia.
Mujer con candil, Goffred Schalcken |
Para escuchar a Loreena McKennitt interpretando All souls night
Y esa llama que nunca se apague.
ResponderEliminarUna preciosa entrada.
Saludos.-
¿Por qué he de pasar un día
ResponderEliminarde agonía
sin un beso de amor?
Es mi recuerdillo...
Abrazos,
MTR
Tener la conciencia clara es, quizás, de lo que más valoro. Implica ser consciente de la propia existencia (reflexión, autocrítica, conocimiento...) e implica también tener un criterio para diferenciar lo que está bien y lo que no lo está. En esta sociedad se intenta transmitir confusión afirmando que todo vale. No estoy de acuerdo.
ResponderEliminarQue mantengamos esa llama encendida y la conciencia clara.
Besos!!
Pdt: me alegro de volver a leerte.
¡Cuanto me gusta Salomé!. Estoy encantada de tu vuelta. Un beso muy fuerte.
ResponderEliminarPrecioso así como esa calle del barrio judío sumida en un manto de luz y misterio. Saludos desde mi Terruño.
ResponderEliminarCorta pero intensa.
ResponderEliminarSaludos