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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

INEVITABLES FRONTERAS



Anoche, en un bar cuyo nombre celaré porque no quiero hacer publicidad, hubo un concierto recopilatorio de canciones de la movida madrileña. Tres cuartos del local, por lo menos, no habían nacido aún en los 80. De los músicos, sólo el bajista. Casi seguramente ninguno, a excepción de mí, ha nacido en Madrid. Miro a los que rebasan una cierta edad y cantan y, como cuando los animales se reconocen en el campo, algo intuyo. Las circunstancias pueden ser muy diversas, pero eso a veces no quiere decir mucho. Y entre copa y copa me da por pensar que hay límites que, por mucho que te lo propongas, es imposible no rebasar. Y también, que hay otras fronteras que uno nunca debería violar. Pero lamentablemente aquí estamos: sábado por la noche, 1:00 de la madrugada. Sólo hemos disparado nuestro revolver en legítima defensa. Sencillamente supone la diferencia entre seguir vivos o no. A veces no queda elección; las circunstancias obligan. Aunque creo que la atenuante no será tenida en cuenta durante nuestro juicio.
Me he ido a dormir a las 3:00 y me he levantado a las 7:00 para fumigar. Porque este año hay pulgón y yo aún estoy aquí y no allí. Por eso y porque hay siempre límites que respetar.
                                                             (S. G. I. Hervás, 3 de junio de 2012)

El ángel caído, Alexandre Cabanel

Para escuchar a La frontera interpretando El límite

12 comentarios:

  1. Claro que sí, querida Salomé, hay límites que hay que respetar y después, si acaso, eliminar al pulgón, que no estamos para plagas.
    Salud
    Francesc Cornadó

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  2. ;-..

    Un saludillo de otra ochentera.. Y madrileña..

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  3. Estoy de acuerdo con que hay fronteras que jamás deben violarse. Otra cosa es si coincidimos en éstas...

    La fotografía me encanta.

    Besos sin límites!!

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  4. bonita canción. Saludos desde mi terruño.

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  5. Qué recuerdos más bonitos me trae esa canción....
    recuerdos de juventud.
    Gracias.

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  6. Buenaa la movida. Y qué lejos queda...
    http://www.youtube.com/watch?v=6546lYWjkc8

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  7. Bonita canción, me trae muchos recuerdos. Ademas pude escucharlos en directo y comenzaron el concierto con esta misma canción. Saludos desde mi Terruño.

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  8. siempre, siempre hay límites,
    relato bien logrado
    saludos

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  9. Poco a poco vamos subiendo escalones en la vida, rebasando fronteras y sumando años... pero es lo que hay.
    Saludos.-

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  10. Hola Salomé.
    Una noche nostalgica; de vez en cuando viene bien una noche así; es bonito recordar buenos momentos.
    Un abrazo desde Doña Mencía.

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  11. No te he entendido muy bien, pero sirva la visita para saludarte. Respecto a límites, yo sólo los veo dibujados por dos factores: uno es no molestar a otras personas; y otro es que realmente apetezca seguir de juerga. Son dos factores de obviedad aplastante y, sin embargo, un poco olvidados con frecuencia. Quizá el pulgón puede esperar un día más, jajaja.
    Besos y rosas

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  12. Bela recordação...Espectacular....
    Cumprimentos

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