Nadie sabe con total certeza quién está al otro lado. Y aun así, en la distancia, incluso sin conocerlo demasiado, en ocasiones temes por su bienestar. Porque a veces intuyes, sospechas o crees reconocer (mejor, reconocerse). Y son delicados, quebradizos, los equilibrios. Especialmente, los interiores. Pero hay que lograrlos o cuanto menos perseguirlos sin descanso.
En ocasiones adviertes que quizá el otro esté perdiendo pie, que puede que le desaparezca el suelo firme. Y uno querría lanzar una cuerda a la que asirse, pero con discreción para no herir susceptibilidades ni sensibilidades. Porque quizá sea demasiado pronto. O quizá nunca llegue el tiempo. Uno querría recordar calladamente que siempre hay manos en las que apoyarse, y que quizá del lugar que hoy parece oscuro e intransitable otros salieron previamente. Puede que tocados, cómo no, pero no hundidos. Uno querría recordar que hay vida después de… Y ponga cada uno lo que quiera en los puntos suspensivos, porque hay muchas formas de muerte y quizá la voluntad con todas ellas, de un modo u otro (cada cual, según los casos, habrá de aplicar su propia estrategia), pueda.
Son muchas las cosas que habría que recordar en este día, y temo que no resulte posible hacerlo con claridad y absoluta coherencia. Porque a veces es peor el remedio que la enfermedad y porque cada cual tiene sus propios tiempos que, contraria como soy a las terapias de choque o a las declaraciones públicas de cuanto debería sentirse en privado, siempre me preocupa mucho respetar (o violar). Como sois todo/as muy inteligentes y sensibles (o de lo contrario no pasaríais por aquí asiduamente: humor desvergonzado), yo creo que cuantos podéis sentiros aludidos en primera persona, por uno u otro motivo, lo haréis.
A todas las presencias y ausencias. A todas las mujeres que son, han sido y serán. Pero sobre todo, a ésas que han logrado el difícil equilibrio consigo mismas y también con el otro. A todas las mujeres que saben ser con y sin hombres. Y siempre, sin fronteras impuestas: https://sites.google.com/site/salomeguadalupeingelmo/entrevistas
Aretha Franklin - I Say A Little Pray For You
Alabo tu pudor en mencionar la frase, porque los "Días internacionales DE" siempre son un ejercicio de cinismo por parte del sistema, ya que sus principales instituciones son las que menos cumplen (véase qué equilibrio hay en gobiernos, consejos de grandes empresas, confesiones religiosas, etc). Espero que todos los días del año sean "días internacionales de eliminación de discriminaciones de cualquier tipo".
ResponderEliminarUn abrazo y besos
Concuerdo. Aunque lo cierto es que esta entrada no está dedicada exactamente a las mujeres en tanto género, y ni siquiera sólo a mujeres. Al otro lado también hay hombres a los que crees intuir bastante bien, y a los que desearías tender una cuerda. Besos.
Eliminarme ha gustado tu post y recordar eso de calladamente que siempre hay manos en las que apoyarse, aunque a veces por orgullo o circunstancias no damos o recibimos la ayuda que necesitamos.
ResponderEliminarPreciosa la zona de las fotos, un saludo !
Creo que no hay hombres ni mujeres...solo personas que después de esos puntos suspensivos no quisieran poner la palabra...Horror.
ResponderEliminarUn besazo Salome.
Habrá aún, tras los puntos suspensivos, muchas, muchas palabras que serán semilla de vida. Dijo YAHWEH "Sea la luz, y la luz se hizo"... Besos grandes.
EliminarCon motivo de celebrarse en el día de hoy (marzo 8) el Día Internacional de la Mujer he hecho un homenaje en mi blog CONTRASTES (http://gustavo-contrastes.blogspot.com/) a nuestras queridas compañeras. Quiero enviar un saludo muy especial a todas tus lectoras y abrazarles fraternalmente en su día que, a mi juicio, deben ser todos los días.
ResponderEliminarTambién te envío a ti mi abrazo y felicitación muy especial estimada amiga.
Seguro que los lectores que por aquí pasan sabrán apreciarlo. Abrazos.
EliminarMe uno a tus palabras y las comparto, al igual que mi mujer que te envia sus saludos. Saludos de ambos desde nuestro terruño.
ResponderEliminarCuídala como a una reina. Para poder permitir, sin remordimiento alguno, que te traten como a un rey. Besos para ambos.
EliminarMe gusta tu reflexión. Lo que más me desagrada de estas celebraciones es que las patrimonializan los/las que menos deben hacerlo. Me gustaría lograr el equilibrio interior aunque me parece que nunca lo lograré, ya no me desespero por ello, soy simplemente una mujer, una persona...
ResponderEliminarUn abrazo!!
Evidentemente has andado mucho camino. Haces bien en no preocuparte: el equilibrio no se alcanza de forma definitiva nunca, salvo cuando yacemos horizontales, irreversiblemente estáticos (creo). El equilibrio es permanente movimiento: encuentro y reencuentro, conquista y pérdida permanente. Besos.
Eliminaruna empresa difícil, pero la senda está trazada, y caminan,
ResponderEliminarya llegarán a vuestro propósito,
saludos
Llegaremos, espero, juntos de la mano. Besos.
EliminarA TODAS y, como bien dices, a algunos "todos". AMÉN.
ResponderEliminarPermíteme un pequeño sarcasmo, se me ha ocurrido al leer tu respuesta a Luis, cuando dices... y a los que desearías tender una cuerda. Lo siento pero, visto lo visto, lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido que yo, más que tenderles, a algunos, les echaria una cuerda pero...al cuello.
Mal rollito!!!!
Besotes.
Inevitable mal rollito a veces, querida Anna. Besos.
EliminarQue puedo decirte amiga.. si lo has escrito tan bien y necesario.. para esta fecha que debería de ser todos los días.. es y tiene que ser todos los días..
ResponderEliminarPienso igual que luis, pues estos días internacionales son eso. hipocresía absoluta..
Un abrazo
Saludos fraternos de siempre..
Yo también me uno a tus palabras y las compartos. A mi también me gustaría tener una cuerda algunas personas y a otras me uno a el competario de Anna, se la echaaria al cuello.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo