Mira la bola y sueña
recoger frutos dorados
como en la infancia cosechaba cerezas.
Pero su madre ya no le hace coletas:
no es eva para manzanas tiernas.
No alcanza el cielo:
corta el acceso
la escalera de tijera;
con el tiempo
se pudre la madera.
Sólo ella,
inmune a su edad,
mira hacia arriba y aún espera,
paciencia,
merecida recompensa.
Desde jaula convexa niega
un paisaje cóncavo.
Vive de milagro,
de ilusión;
no se sabe en la pecera.
Entusiasta agradece el sustento cotidiano;
migas con maná confunde su inocencia.
Golden bowl:
cálices amargos para bocas mudas.
Agua salobre la sed atrasada apura.
Inútiles en el envase al vacío las agallas.
Si vive el pez en blanco y negro,
pierden brillo sus escamas.
(S. G. I., Madrid a 28 de octubre de 2011)
Para escuchar a Led Zeppelin interpretando Starway to heaven
Me encantó, es una historia, o mejor, el retazo histórico de alguien que bien podría ser yo, o sólo la escalera. Y el final, si vive el pez en blanco y negro perderá el brillo de sus ....
ResponderEliminarGracias Salomé
No soy creyente pero me nace decirlo de esta manera, es una "bendición" haberme topado con vuestro espacio.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Un hermanado abrazo.
Hola,preciosas letras van desnudando la integral y pura belleza de este blog, si te gusta la palabra elegida, la poesía, te invito al mio,será un placer,es,
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos trovadores...
Y quién no aspira al cielo, querido Sixto. Más que un derecho es casi una obligación. Aunque resulta empinado el sendero. Quizá para los pájaros sea más sencillo... No permitas nunca que pierdan lustre tus plumas. Abrazos.
ResponderEliminarHa sido una revelación encontrarte. A menudo repito que lo que importa no es la meta, sino el camino, cuanto descubrimos (fuera y dentro) mientras vagabundeamos. Por la red no me lo permito apenas; terrible falta de tiempo. Sin embargo esta vez la recompensa ha sido grande: he hecho un valioso descubrimiento. "Ser creyente"... tan complejo. Quizá cuestión de semántica. Hay que seguir creyendo. En qué puede que se convierta en lo de menos. Abrazos.
ResponderEliminar¡¡que bonito relato..!!
ResponderEliminaresa escalera lleva al cielo..pero un cielo distinto para cada uno ...!!!
me gusta mucho ..
saludos
"Caminante, no hay camino, se hace camino al andar..."
ResponderEliminar(Machado)
Don Antonio, siempre, querido Manuel: sólo el equipaje imprescindible. Besos.
ResponderEliminarSólo la imagen de la escalera artesanal apoyada en el refuerzo antierosión del huerto invita con ilusión a la vida, y más, cada peldaño que gana altura. Hasta el cielo, queda mucho por soñar. Espero y deseo…
ResponderEliminarQué obedientes tus manos recreando la originalidad que les dicta tu imaginación.
Es un placer leerte.
Led Zeppelin…demasiado…
Saludos Salomé.
En efecto, querido Javier, tengo un organismo muy disciplinado, sometido en todo momento a los dictados de mi mente, que sólo se inclina ante los del corazón. Muy probablemente un día pase factura, porque evidentemente soy sólo de carne y hueso, y hay más voluntad que materia en este cuerpo. Pero en lo que ese día llega espero haber podido dejar mucho, cuanto menos una pequeña parte útil. Sí, Led Zeppelin, demasiado. Un placer acogerte. Besos.
ResponderEliminarYo espero que de verdad alguna escalera nos lleve hasta el cielo.
ResponderEliminarUn abrazo
Precioso de verdad. Para mí la escalera es la propia vida, vamos ascenciendo peldaños a medida que vamos viviendo, por lo que es tan importante la meta como el camino.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Salomé. Bonita entrada, la escalera nos llevará lejos, cada cual a su destino. Espero que el tuyo sea grado y lo disfrutes. Un abrazo desde Doña Mencía.
ResponderEliminarMuy bonitas tus letras Salomé,
ResponderEliminarsi te gustan las letras llenas de ternura,
la poesía,
te invito a mis espacios,
feliz fin de semana.
un abrazo.
Precioso poema, salido de lo mas intimo, añoranzas de sueños no cumplidos.
ResponderEliminarUn beso.
poesía trazada un forma llena.
ResponderEliminarUn placer leerte y saludarte
Qué hermoso... me gusta la escalera, me gusta que me lleve arriba, que me conduzca a lo que merece la pena verse y conocerse.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Yo espero, querida Ana, que nuestras manos construyan esa escalera. Besos.
ResponderEliminarMás incluso el viaje que el destino, querido Xurde. Abrazos.
ResponderEliminarYo espero, José Manuel, que tú siempre vueles muy cerca de tus queridos emplumados. Besos.
ResponderEliminarGracias, Ricardo, por una invitación que de seguro aprovecharé. Abrazos.
ResponderEliminarQuizá más bien, querido José, un cierto grado de desencanto hacia mis semejantes. No obstante no podré evitar seguir queriéndolos... Besos.
ResponderEliminarUn placer acogerte y visitarte, Santiago. Abrazos.
ResponderEliminarComo te dije hace algún tiempo, querida Laura, tuyos han de ser los cielos. Besos grandes.
ResponderEliminarSalomé, has dejado un interesante comentario en mi blog, muchísimas gracias por tus huellas.
ResponderEliminarMe gusta la escalera de tus versos que con ella podemos volar hacia arriba, para llegar al cielo, y así mirar con entusiasmo y optimismo un mundo mejor, más cálido y envuelto en paz.
Un beso.
Si los temas propuestos por los anfitriones resultan interesantes, los comentarios de los huéspedes habrán de intentar estar a la altura, querida María. Yo también agradezco mucho tus presencias. Besos.
ResponderEliminarSiempre aprendemos siempre, a la vez que vamos construyendo esa escalera y nos enriquecemos con las experiencias de lo bueno y de lo malo. y tal vez por lo aprendido cambiemos el objetivo que tratabamos de alcanzar al principio por otro totalemente inesperado. besos
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