PLEGARIA DEL NÁUFRAGO
El tocón finge flotar despreocupado,
aparentemente invulnerable,
inmune al paisaje desolador,
al agua salobre que lo cerca,
a la lengua áspera y obscena.
En el muñón ceniciento
apenas se reconoce un árbol.
Pero aún se finge entusiasta,
confiado,
ajeno a la precariedad de la materia.
De las ramas verdes que fueron
un día
no queda sombra;
Si busca hacia arriba consuelo,
nada le cubre el cielo:
¿Dónde las reliquias de su cuerpo
que perdió en cada herida?
No volverán.
Y aun así
hunde tercamente sus raíces,
y honra el fango que lo acoge.
Bendice cada día su suerte.
Porque otros de suelo,
aun inestable,
carecen.
(S. G. I. Madrid, 16 de julio de 2011)Para escuchar a Loreena Mc Kennitt interpretando Dante's Prayer http://www.youtube.com/watch?v=7mxok9DB9co&feature=related
Ohh!! Qué hermoso poema y las fotos también me gustan.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Salomé un buen texto, para dos buenas fotos, me gusta la del tocón en el agua.
ResponderEliminarDebemos arrojar a los océanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aquí existió un mundo donde prevaleció el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad.
Gabriel García Márquez
Saludos.-
Podría haber cita más apropiada, querido Enrique. Y no sólo porque haya salido de la mente literaria que más admiro. Lo mejor del caso, observa bien: ese tronco es exactamente el mismo en ambas fotografías, aunque tomado desde dos puntos ligeramente distintos. No hay que perder la esperanza; cualquier día una gaviota puede decidir posarse sobre nosotros. Besos.
ResponderEliminarReconfortante siempre tu presencia, querida Laura. Tu dedo vuelve las aguas dulces. Besos.
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