.

.

DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

POR LAS FIESTAS DE HERVÁS SUBIMOS A LA ERMITA DE SAN ANDRÉS… POR UNA ACERA ROJA

Mañana comienzan las fiestas del pueblo. En estas fechas es tradición subir a la ermita de San Andrés para visitar al Santísimo Cristo de la Salud. En las proximidades podremos disfrutar del bacalao rebozado y los pececitos fritos en los chozos de escoba montados para la ocasión. Es por tanto un buen momento para acudir al castañar y realizar el recorrido preferido de los habitantes del pueblo, especialmente de aquellas personas habituadas a caminar un poco todos los días.
Este paisaje, ya considerablemente antropizado, pues está recorrido por la carretera que conduce al Puerto de Honduras, se ha visto ulteriormente modificado por una obra bastante polémica. Hace menos de un año se acabó de construir una acera que discurre por el castañar desde el puente de Pedregoso hasta la Plaza de Toros. Ahora es posible seguir un camino de losas rojas como si quisiésemos emular a Judy Garland. Sólo que Hervás no es la Tierra de Oz, esto no es una película, aquí las losas no son amarillas y desde luego no creo que nos conduzcan a la felicidad.
No somos pocos los que no entendemos la presencia de loseta en medio del monte, máxime cuando esta zona ya era perfectamente transitable gracias a la carretera. No basta por tanto argumentar que se ha tomado la decisión para facilitar los paseos a los muchos vecinos de la tercera edad que suelen subir a San Andrés todos los días. Entre otras cosas, porque para mí quisiera yo la tercera edad de esas personas, muy a menudo parejitas, que es posible encontrar bien temprano en la zona. Basta observar los gemelos de hombres y mujeres, analizar su paso y la gallardía con la que caminan para darse cuenta de que una obra así no les es en absoluto necesaria.
Si la función no es práctica, solo puede quedar otra opción: que sea estética. Y aquí nos enfrentamos de lleno a las principales objeciones levantadas por todos sus detractores, que no son pocos. ¿De verdad creemos lógico y estético colocar una acera de color ladrillo —que contrasta ya de por sí terriblemente con el negro del asfalto de la carretera— en mitad del castañar, uno de los símbolos naturales más característicos de Hervás? Cada uno tendrá su propia respuesta a esta pregunta. Cierto es que muchos lo consideramos una forma de destruir el paisaje no muy distinta de la horrible costumbre de encementar pistas de montaña innecesariamente (lo que nada tiene que ver con encementar puntualmente tramos específicos expuestos a los hielos). Muchos lo consideramos, en definitiva, una auténtica pedrada infligida a la naturaleza.
Si había por fuerza que construir una acera del todo innecesaria, al menos se podría haber hecho respetando los materiales de la zona y procurando que su estética se hubiese amoldado a las necesidades del paisaje, que no hubiese sido tan invasiva ni hubiese provocado un impacto visual tan fuerte. Se podría haber utilizado la piedra o, como mucho, la pizarra, que al menos habría resultado infinitamente más discreta.
Por cierto, aunque la acera está ya acabada, la iluminación está aún por instalar. Porque también se van a colocar farolas. Así, además de ofender la vista de algunos viandantes, molestaremos a los pájaros y murciélagos con la contaminación lumínica que cada día les deja espacios más restringidos, que altera sus ecosistemas al modificar el comportamiento de los insectos de los que se alimentan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los verdaderos protagonistas estan aquí