Cabeza reducida por los jíbaros (Perú) |
Esto es lo que sucede cuando un microcéfalo racista, machista e ignorante —un pedazo de jíbaro en toda regla, como decía mi abuela y con perdón de los pobres indios— está al mando.
Trump, como todos los matones cobardes, persistiendo en sus notorias actitudes totalitarias y fascistas, amenaza con su primo el de Zumosol. Así que "cuando empiezan los saqueos, comienzan los tiroteos", ¿no? Que los agentes del Servicio Secreto destinados a la vigilancia de la Casa Blanca están deseando "entrar en acción", aseguraba hace un par de días el muy mameluco.
Yo daría una idea a las fuerzas del orden obligadas a defender a un impresentable así; no sería la primera vez que los instrumentos de represión al servicio del poder se pusiesen de parte de un pueblo al que consideran en posesión de la razón. Propongo que su portavoz dé una rueda de prensa y se dirija a los ciudadanos: "Señoras y señores, nosotros vamos a tomar un café; nos ausentaremos durante una hora o así. Ahí están las llaves, tienen barra libre". Como decía Luisma —de la serie Aída— cuando pretendía pillar a Macu en flagrante adulterio: "me voy muy lejos. O sea que cualquier cosa que tú hagas, yo no la veré. Y, como nadie me dirá nada, jamás me enteraré".
A ver si entonces seguimos siendo tan chulitos.
The Captive, John Simpson (1782–1847) |
Fortunate Son, Creedence Clearwater Revival