Monasterio de Las Huelgas (Burgos) |
Tristemente se
vuelve a hablar del intento terrorista de subvertir nuestras reglas de convivencia,
de la necesidad de defender nuestros valores occidentales. Si esos valores son
los que estamos mostrando a los refugiados sirios, que no cuenten conmigo. No
me identifico con ese género de “cultura”; no es ése mi proyecto de vida, no
coincide con los principios que siempre he cultivado. Me he dejado guiar,
cuarenta años largos, por la tolerancia: me repugna cualquier tipo de
xenofobia, de incitación al odio por motivos étnicos o de discriminación por
motivos económicos. Perteneciendo a lo más íntimo del ser humano, respeto
profundamente los sentimientos religiosos ajenos, cualesquiera que sean. Me
repugna la islamofobia cuanto me repugna el antisemitismo que asoló Europa no
hace tanto tiempo. No advierto las diferencias. Nada justifica la violencia. Ninguna.
Ni la aplicada mediante acción, ni la consentida mediante omisión. Lo repito
una vez más; pero como el hombre es un animal torpe y obstinado, guiado por las
orejeras de sus particulares intereses, de seguro no será la última. Y la próxima
ocasión también será sangrienta y sangrante como ésta: la violencia sólo
engendra más violencia.
Khalil Gibran, El profeta |
The Rolling Stones, Paint it Black