Impudicia |
EL VIRUS MÁS LETAL
No hace falta un
máster
para colocarse un
traje… caro
y colarse en un
despacho
que el mérito no
franquea.
Que no hay peso
nocturno
que el sueño turbe
sin conciencia
sobre la que sentar
cabeza.
Encima de los
hombros: nada.
Pecho vacío
el latido silencia.
No hace falta un
máster
para hollar vida
ajena.
Que el pudor que no
existe
no ata la lengua.
Alimenta la ignorancia
soberbia e insolencia.
Ciertamente para
medrar
a costa de decencia
no se necesita una
carrera.
(S. G. I., Madrid, 9 de octubre de 2014)
Cornelis Van Haarlem, Masacre de los inocentes |