Nos guste o no, llega siempre un
momento en la vida en que hay que escoger un bando. Inútil fingir ignorancia o
alegar que no estamos preparados. Sólo los niños lo quieren todo; sólo los
niños creen aún que se puede obtener todo. Crecer significa aprende a hacer
elecciones y a aceptar las consecuencias. Mejor, aprender a vivir con las
consecuencias. No me siento en guerra desde hace bastante tiempo, ya no. Pero
también soy consciente de que hay muchos géneros de contienda, y no es posible
sustraerse a todos. Ni aún deseándolo. No pertenezco exactamente a ningún
bando. Quizá porque espero que todos se sientan un poco del mío. Procuro
transitar casi todas las trincheras para no olvidar jamás que quienes en ellas
resisten son, en mayor o menor medida, hermanos míos. Sin embargo no olvido a
quién debo mayor fidelidad. Es, sencillamente, una cuestión de prioridades.
Porque existen muchos géneros de contienda. Y ante un buen número de ellas
resulta imposible permanecer impasibles. Por eso, nos guste o no, llega siempre un momento en la vida en que
hay que escoger un bando.
(S. G. I.,
Hervás, 25 de mayo de 2012)
Para escuchar a Dire Straits interpretando Brothers in arms