Pulcritud en el alma
Los principios
son impermeables a enjuagues circunstanciales o simplemente no son. De hecho,
una vez ensuciados, resulta inútil pretender lavarse las manos. Puedes
restregar con ahínco; a la conciencia pertenecen siempre las manchas más
tenaces.
Salomé
Guadalupe Ingelmo
Diógenes con su linterna buscando un hombre honrado, por Jacob Jordaens |
Slash & Myles Kennedy, Sweet Child O' Mine
Guns N' Roses, Sweet Child O' Mine