En 2005 la estatua de la Serrana de la Vera, legendario personaje protagonista de varios romances y obras literarias de célebres autores famosos, entre los que se encuentra Lope de Vega, fue instalada en el Mirador de la Serrana, junto a la carretera que une Garganta la Olla con el Real Monasterio de Yuste. Concretamente, en las inmediaciones de los montes, donde según la leyenda llevó a cabo su venganza al despecho amoroso que sufrió por parte de un noble placentino.
La Serrana vive en los montes y embauca con malas artes a los hombres con los que se cruza para conducirlos a su cueva, y allí matarlos y guardar los huesos.
Caro Baroja se planteaba si la Serrana era una realidad histórica mitificada o un mito transformado en realidad historificada. Multitud de estudiosos han tratado de buscarle una identidad histórica de carne y hueso a este monstruo…
BAD ROMANCE
Es la mujer una fiera
con el corazón de piedra.
No te descuides muchacho
o te dará con el sacho
para arrastrarte a su cueva.
“Vuelve, muchachito,
a mis brazos
―donde te espera la muerte
o algo peor si cupiere―.
No hullas de mí, galancito,
que no he de verme saciada
hasta dejarte en un rictus:
hasta “quedarte”[1] en los huesos
y convertirte en un pingo”.
Creía la bestia-mujer
que mal de muchos,
consuelo de tontos:
se recreaba en el mal ajeno
para olvidarse del propio.
Como la vida pasaba,
y le iba robando todo,
por ver si frenaba el tiempo,
buscaba la lozanía perdida
en la carne del incauto.
En su guarida bebía
para olvidar el mal trago:
con la lengua bífida y pastosa
se quejaba de su amarga suerte,
cuando ella misma había cavado la fosa
alimentado la muerte.
Y porque el amargor fuese menos,
desperdigando veneno
sobre incautos mozuelos,
buscaba consuelo
torturando a inocentes.
Se consume la Serrana
en su cueva vacía:
que no tiene ya nido de plumas
sino oscura guarida.
(S. G. I., Madrid, 28 de noviembre de 2011)
Para escuchar a Lady Gaga interpretando Bad romance
[1] Es común en muchos dialectos extremeños que el hablante emplee el verbo quedar como sinónimo del verbo dejar.