Hervás, Puerto de Honduras |
Ciertas
tardes, a la caída del sol, uno sufre la puesta de corazón. Los antiguos
sostenían que el astro, al ocultarse cada día, realizaba un peligroso viaje
nocturno por el reino oscuro del inframundo, donde le acechaban numerosos
peligros de los que, finalmente, salía ileso. Que moría y resucitaba con cada
jornada, héroe imprevisiblemente reforzado.
Quizá, tras
haber transitado la más honda ignominia institucionalizada, nosotros también
resurjamos victoriosos. Quizá. Pero hoy, a la caída del sol, cuando uno sufre
la puesta de corazón, esta sombría mazmorra, reservada sólo para una mayoría no
privilegiada, parece carecer de fondo.
S. G. I., Madrid, 8 de octubre de 2018
Interior de una prisión, por Francisco de Goya |
Fantasia on a Theme by
Thomas Tallis, por
Ralph Vaughan Williams
que bellas imágenes, me encantan!
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