HOMBRE-BIGNÈ
Coronado por guindas
turgentes
de vainilla perfumado
espolvoreado con
azúcar glas
aderezado con canela
rezumando sirope
dulzón
arrogante te
presentas
sólo porque alguien
te dijo una vez
se cazan más moscas
con miel
que con querellas
De verte
se dispara la hiperglucemia
me vas a permitir que
pase
es que ya no me
tientas
en adelante
he decidido ponerme a
dieta
potajes migas de
pastor alubias
alimentos de la
tierra
platos con fundamento
Que tú eres sólo aire
como los buñuelos de
viento
(S. G. I., Madrid, 3 de octubre de 2014)
Vertumnus, Arcimboldo |
Don McLean,
American Pie
Poema buenísimo. Te felicito.
ResponderEliminarFrancesc Cornadó
Soy yo quien me felicito por el privilegio de recibir tu visita, que al contrario de nefastas viandas empalagosas, resulta siempre estimulante. Abrazos.
EliminarTanto atracón nunca es bueno. La dieta a veces sanea cuerpo y corazón. Un abrazo
ResponderEliminarConcuerdo contigo: abstenerse de ciertas cosas sanea el cuerpo. Y el corazón ni te cuento. Besos.
EliminarSalomé, el poema es precioso. Me apunto a esa dieta muy buena. Besos y abrazos.
ResponderEliminarSí, apuntémonos todos a la dieta de lo consistente para alma y mente. Besos.
EliminarLas dietas y los excesos. Siempre van de la mano, pero no pueden vivir juntos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues ante la imposibilidad de vivir juntos, dieta sin dudarlo. Besos.
EliminarYo también me apunto a esa dieta. Muy buen poema Salomé.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo