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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

HABLA, CHUCHO, QUE NO TE ESCUCHO

"Tú, disimula"

La táctica de taparse ojos y orejas mientras se profieren sonidos ininteligibles (o "ininteligentes") en el vano intento de (con)vencer, con escaso éxito, de que no nos enteramos de cuanto sucede a nuestro alrededor, o al menos de aquello de lo que no nos interesa enterarnos... Hombre, cuando éramos críos todavía tenía un pase; pero en cargos públicos hechos y derechos (nunca mejor dicho)... da más pena que risa. Y no, desde luego no consigue provocar como pretende. Más bien hace sentir una nostalgia infinita de aquellos tiempos en los que aún existían figuras de altura en el panorama político de nuestro país, hombres y mujeres de ideales (compartidos o no) a la par que de cultura: Niceto Alcalá-Zamora, Emilio Castelar, Antonio Cánovas del Castillo, Clara Campoamor, Vicente Blasco Ibáñez, Manuel Azaña…. Luego fueron viniendo poco a poco las vacas flacas, las devaluaciones, los recortes... hasta que nos quedamos con esto. En fin.
Una pena que sobre tanta autosuficiencia mientras se anda deficitario de eficiencia. Qué ejemplo de lucidez y humildad el de Sócrates (en boca de Platón) cuando decía aquello de “sólo sé que no sé nada”. Pues, entonces, cómo estarán los demás, esos que ni siquiera logran advertir –o reconocer– sus propias y enormes carencias. Y por cierto, hay quienes ocupan cargos de responsabilidad y ni siquiera parecen tener aprendidos los conceptos más básicos para andar por el mundo. No me extraña que el informe PISA nos ponga esas notas tan catastróficas: escuchando las declaraciones públicas de algunos de nuestros “representantes”... Hasta yo, que soy de Letras, sumo con discreta eficacia si me dejan usar los dedos. Y dos y dos, lo mire como lo mire, me salen siempre cuatro. Pero, extrañamente, las sumas no dan el mismo resultado si se dejan en otras manos. Probablemente porque ésas están más acostumbradas a la sustracción que a la adición. Es curioso como las matemáticas más básicas, que parecieran una ciencia exacta[1], se han convertido en un misterio insondable, dogma de fe (mala, evidentemente), en poder de según qué personajes. Claro, las cosas han cambiado tanto desde que yo estudiaba... Y más que van a cambiar como no pongamos coto a los abusones que pretenden adueñarse de todo el patio para convertirlo en su cortijo particular. Segregar -los chicos de las chicas, los ricos de los pobres...- es, el general, muy mala praxis. Acostumbrémonos a multiplicar más que a dividir; a jugar todos juntos. Para no tener que ver la baraja hecha pedazos definitivamente mañana.


[1] A los de Ciencias que estáis ahí: sí, ya sé que resulta más que discutible; pero por el momento tenemos bastante trifulca en marcha como para ponernos tiquismiquis también con esto. 


Ecce Homo 13, Thomas Demuth

Para escuchar a La Trinca interperando La patata

4 comentarios:

  1. Encantado de conocerte Salomé...Que cosas, en este clasismo político no hay distinción entre sexos; los dos nos decepcionan del mismo modo. Penoso...

    Abrazos.

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    1. Ya se sabe que tengo la manía de decir lo que pienso. Resulte "políticamente correcto" en el momento, o no. Ha costado mucho a los que vinieron delante como para perder el derecho a la voz ahora. Además es una cuestión de honestidad hacia los demás, no de incontinencia verbal. Y no, no hay distinción porque los principios son masculinos sólo sobre el papel. Pero los principios, sobre el papel, no cuentan demasiado. Como la realidad demuestra... Besos.

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  2. Yo soy también de Letras, pero opino que las matemáticas no son infalibles, por lo que dos más dos no siempre son 4, por aquello de que dos peras más dos manzanas no son son necesariamente cuatro. A estas alturas soy más partidario del trueque, imagínate que, es un ejemplo eh?, un aeropuerto vale construirlo cincuenta mil toneladas de lechugas, aceite de oliva, cebollas, tomates y media tonelada de sal, que sanos iban a estar los políticos afectos a la sustracción matemática!!!! Casi seguro que se acababa la demagogia de los números.
    Besos Salomé.

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    1. Yo me apunto; siempre he sido bastante desafecta al dinero. Decididamente saldríamos ganando, todos, con esa ensalada. Besos.

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