Amanecer en Peñalara, desde donde el cielo está más cerca |
NANA PARA UN NIÑO AHOGADO
Naufraga el sueño
al despuntar el alba.
En isla de piedra encallo;
imposible atravesar sus murallas.
Yo buscaba lejanas sirenas
atraído por falso canto;
cegado por brillantes escamas,
tentadores doblones piratas.
Pero ellas no tienen corazón;
por treinta míseras monedas
han vendido sus almas.
Yo no sabía del mundo:
con eso yo no contaba.
Eran sólo simulacros de chocolate:
baratijas para niños hambrientos
que entretendrán peces y algas.
Cuna de coral, sonajero de ostras.
Cántale, tú que puedes,
nana eterna,
caracola.
¡Mi niño es el rey del mar!
¡Mi niño ya tiene patria!
Mi niño es señor
de cuanto sus cuencas vacías abarcan.
Duerme, mi niño muerto,
y sueña volar sobre manta raya:
salir de tu reino mudo
a lomos de alfombra mágica.
(S. G. I, Madrid, 15 de octubre, 2013)Ulises y las sirenas, Herbert James Draper |
Para escuchar a This Mortal Coil interperandp Song to the siren
Para escucharla interepretada por Robert Plant (obsérvense los elogios a Tim Buckley)
Para escuchar la versión original de Tim Buckley
Un precioso amanecer que me inspira sobretodo mucha calma. Un abrazo.
ResponderEliminarPobre homenaje es, pero hay quien todos los días recuerda... Besos.
EliminarQué bellas imágenes has construido para esta nana triste.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo lo que ya no se puede volver a ver desde el fondo del mar... Besos.
EliminarMuy linda Salomé. Un beso.
ResponderEliminarGracias, Teresa. Besos.
EliminarHermosa nana, algo triste como suelen ser pero muy hermosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Salome me ha impresionado la poesia, como a Japy, también inspira calma.
ResponderEliminarUn abrazo