Catedral Vieja de Plasencia |
En estos
últimos días, por motivos que no vienen al caso aunque existen –nada sucede
porque sí, aunque algunos se empeñen en hacernos creer lo contrario– he releído
una novela descubierta hace muchos años, cuando aún vivía en Italia. No soy
aficionada al género policíaco, pero aprecio la buena literatura más allá de
los géneros y los argumentos. Por eso recomiendo El silencio de Dios, de Gilbert Sinoué, a los
amantes de la novela policiaca. Pero también, en general, a todos aquellos
seres dispuestos a no dejarse aniquilar por la ciega y sorda ortodoxia; a
quienes cultivan la duda constructiva, la reflexión esclarecedora y
enriquecedora –si bien no exenta de dolor–. Jamás, el devastador escepticismo.
Son tiempos
para reflexionar sobre el libre albedrío. Porque en lo más íntimo cada uno de
nosotros sabe lo que está bien y lo que no. Por eso es necesario aprender a
despojarse de miedos o intereses; hacerse responsable de los propios actos y
sus consecuencias. Es necesario no cerrar la puerta a la propia conciencia.
Atravesará un
camello el ojo de una aguja antes de que la ausencia de escrúpulos pise el
reino de los cielos. Estoy segura. Es estrecha la ranura para quienes no aman
ni respetan a sus semejantes. Da igual en lo que digan creer, porque resulta
demasiado fácil leer en sus corazones… de piedra.
Ángel de la Revelación, William Blake |
Para escuchar a Florence and the Machine interpretando No Light, no light
Me gustaría creer en tu afirmación de que 2un camello atravesará el ojo de una aguja antes de que la ausencia de escrúpulos pise el reino de los cielos", pero no sé, no se´..
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo nutro pocas convicciones férreas, pero ésta es una de ellas: si existe, no me cabe duda de que determinadas personas han de preocuparse seriamente. Abrazos.
EliminarTeólogos, filósofos, religiosos... ante la pregunta, como puede Dios permitir tanta maldad y brutalidad en la tierra?? la respuesta automática es que Dios no tiene nada que ver puesto que le dió al hombre el libre albedrío. Sin embargo y dado que nos has propuesto reflexionar sobre él, pienso que consiste en aprender que toda causa tiene un efecto, pero desgraciadamente cerramos los ojos al efecto que produce nuestro libre albedrío. Creo que me he liado...
ResponderEliminarSobre el camello por el ojo de la aguja... a las pruebas me remito:
http://imageshack.us/photo/my-images/208/camelloaguja.jpg/
Espero sepas perdonarme la licencia.
Besos Salomé.
Tú tienes siempre licencia. Y muy por el contrario, diría que, también en esta ocasión, las cosas muy claras. Besos.
Eliminarnuestros corazones, vueltos en piedra por como va este mundo, no significa que perdamos sentimientos como el de la honestidad, solidaridad, igualdad y libertad
ResponderEliminar.
saludos
Y sin embargo hay personas, querido Omar, que no dan muestras de nada de eso hasta que no se les coloca contra las cuerdas... Besos.
EliminarBelo post...Espectacular....
ResponderEliminarCumprimentos
Gracias, otra vez, por todo...
ResponderEliminarQué cosas tienes... Besos.
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