Hervás, verano de 1991 |
En El Refugio –curiosamente en frente del Museo
Pérez Comendador-Leroux– acostumbraba mi bisabuelo a tomarse unos cafetitos.
Allí él, que en familia no se mostraba como un hombre particularmente
dialogante –a veces, ya se sabe, somos mucho más agradables fuera de casa que
dentro de ella–, departía con amigos de todos los colores. Ignoro si le
interesaba la política, pero imagino que no. Imagino que, sencillamente, un
instinto primario e ineludible, ése que todos tenemos aunque no todos
escuchamos, le sugería lo que estaba bien y lo que no.
Y es que hablando –y escuchando, obviamente– se
entiende la gente. Se amplían las miras y, a pesar de la bruma que imponen los
años, se acaba viendo más claro.
La dialéctica siempre hace crecer, pero la
dialéctica requiere dos. De allí a poco, el régimen se empeñaba en acallar,
definitivamente, cualquier voz –según él– disonante. Ha pasado el tiempo, pero
no ha pasado el hombre. Yo, mientras tanto, sigo buscando refugios en los que
resguardarme de la que está cayendo. Ya sabéis donde encontrarme: aún queda
espacio en mi refugio antiaéreo…
Por cierto, como probablemente recordaréis, hoy es el día mundial de la asistencia humanitaria. Apliquémonos el cuento.
Por cierto, como probablemente recordaréis, hoy es el día mundial de la asistencia humanitaria. Apliquémonos el cuento.
Museo de Hervás, Alejandro Cabeza |
Para escuchar a Phil Collins interpretando Another day in paradise
¡Hola Salomé!
ResponderEliminarTambién aquí en la red encontramos refugios muy diversos como éste. Tal vez no se comparte una taza de café, pero sí unos comentarios que nos enriquecen.
Besos.
Hay veces que uno tiene que buscar refugio en algún lugar para desintoxicarse de tanta cotidianeidad, así que yo también entiendo a tu abuelo. Si no fuera porque tengo uno propio, te pediría un sitio en tu refugio, porque es tanto y tanto lo que nos está cayendo...
ResponderEliminarMe gusta tu blog.
asi vemos muchos tu blog, también como un refugio donde resguardarse de la que está cayendo. Saludos desde mi Terruño.
ResponderEliminarY con el individualismo que hay, cada vez quedan menos.
ResponderEliminarEs difícil no ser engullido por el ritmo atroz que, algunos, aprovechan para seguir haciendo la suya y su moralina.
El recorte de diálogo se hace cada vez más patente y, es que nos engulle el tener y el "ser" que este rodillo social va imponiendo lentamente. Yo por sea caso me voy de vez en cuando al Refugio y, como tu abuelo, dialogo con personas, aunque a veces, no siempre se encuentra.
bicos,
Gracias por compartirlo. Corto pero no menos curioso post. Muy chulo, de veras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonjour Salomé,
ResponderEliminarHeureux de revenir, ici et de retrouver ton blog, toujours riche de ses chroniques. Et puisque tu parlais de cette journée mondiale en faveur de l'humanité souffrante, je me souviens que c'est la France, très engagée dans la cause humanitaire qui a créé Médecins sans Frontières. Cette association toujours très active a une action internationale, notamment dans les pays en guerre.
Belle journée à toi.
Amicalement
Roger
Bonsoir Salomé,Tu as un rénom magnifique. Je e dis car je le pense et combien chargé d'histoire.
ResponderEliminarJe reviens à la notion d'aide humanitaire. J'ai la chance de d'avoir rencontré Rony Braumann et lorsqu'il parlait de ce grand problème, lui le fondateur de Médecins sans Frontières, il nous disait combien cette notion n'était pas encore assez universellement partagée. La misère, lorsqu'elle frappe, n'existe pas une journée et puis s'en va.Elle est là, présente et souvent pour longtemps. Ceci m^me dans des pays comme la France, cataloguée pays riche. A nous de relever le défi et de nous mettre à l'ouvrage, chaque jour.
Bien à toi,
Roger