Hubo una vez un tiempo
en que existió el ser humano,
antes que la piedad hollasen
los cascos del rojo caballo.
Hubo un tiempo en que el hambre
se conformaba con el estómago,
antes que la dignidad pereciese
cobijada entre harapos.
Hubo un tiempo que corría
tras volandera justicia,
hasta que quebraron las alas
trampas furtivas.
Hubo una vez un tiempo
en que el mar aún rugía,
antes de aletargarse prisionero
bajo el asfalto de la autopista.
En ese tiempo
el horizonte discurría,
pero lo apuró la resignación
cuya sed no tiene medida.
Hubo una vez un tiempo…
Hubo una vez un tiempo
en el que tiempo aún existía.
Ahora el tiempo se ha agostado:
ya sólo quedan las briznas.
(S. G. I. Madrid, 22 de febrero de 2012)
El triunfo de la muerte, Pieter Brueghel El Viejo Para escuchar a Francesco Guccini interpretando Bisanzio Y un interesante directo con letra |
Hubo un tiempo en que soñamos falsamente con que nunca llegaría la aridez y que nunca nada se agostaría. Y ahora que ha llegado ese tiempo... ¿cómo lo afrontaremos?
ResponderEliminarLa imaginación, la cooperación, la empatía, la solidaridad..... tendremos que despertar y pensar y sentir...
Un abrazo!!
Pdt: sugerente poema, me ha encantado.
Quizá hayamos vivido del aire demasiado tiempo. Pero no sólo de promesas puede vivir el hombre. La regla de oro cuando se confunde el camino es regresar al lugar donde uno perdió sus huellas, hasta que reconoce de nuevo el paisaje... Habrá que regresar a un paisaje humano. Besos.
Eliminarsolo queda la garúa,
ResponderEliminarsaludos
Mejor una buena tormenta, querido Omar. A ver si nos despierta definitivamente y la riada arrastra cuanto haya que borrar. Besos.
EliminarEn sequía, los colores pierden su sitio, su calidad y su valor ¡Qué desolación!
ResponderEliminarPues entonces, querido Manuel, habrá que aprender a pintarlos de nuevo. Besos.
EliminarHola Salomé,
ResponderEliminarTal vez sea el tiempo de volver a los abrigos, pero pisando firme el suelo en el cual vivimos y haciendo resurgir la conciencia de las cenizas.
Besos.
Que sea, siempre, ave Fénix. Besos.
EliminarSi fuésemos previsores con el agua, no dependeríamos tanto de la tormenta…
ResponderEliminarQue tacto tan sutil para organizar palabras; tan artesanal como un bordado producto de tus manos y tu pensamiento.
Saludos.
Gracias, querido Javier. La naturaleza es sabia y te compensa siempre de algún modo: con más oído si tienes poca vista, con más olfato si tienes poco gusto... La aguja se me ha dado siempre fatal... Besos.
Eliminar"tengo una mala y una buena noticia... el tiempo vuela... pero tu eres el copiloto..."
ResponderEliminarla vida sigue su curso... falta descubrir nuestro destino en ella...
un besin
Mejor aún, forjar nuestro propio destino en ella. Besos, querido felino.
EliminarΑmazing poem!!!!
ResponderEliminarAll so we feel ....
I wish you good weekend!
many kisses
Hubo una vez un tiempo donde no te vendían el tiempo
ResponderEliminardonde no te vendían el sol
ni las hierbas del campo
hubo una vez un tiempo donde donar era bien visto..
el caso es que el tiempo no era, éramos nosotros lo que hacíamos, no el tiempo.
besos y besos..
Magistral reflexión, Marcelo. Quizá vuelva ese tiempo, o esos nosotros. Besos.
EliminarHubo un tiempo en el que no conocía tu blog ni tus poemas, hubo un antes y un después. Ha sido toda una suerte encontrarte.
ResponderEliminarBesos!!
Yo no creo en la suerte, querido Ramón, sino en las decisiones. Especialmente, en las bidireccionales. Besos.
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