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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

EN EL CALOR DEL INVIERNO


FLORECEN LAS COPAS DE LOS ÁRBOLES
Por ti vaciaría y llenaría la mar
Cuantas veces hiciese falta.
Pero no será mi don
anticuado collar de perlas
manoseadas.

Te regalo un amor
eternamente nuevo, 
recién brotado,
guirnalda fresca:
flores de bocas abiertas
y lenguas entrelazadas
                                                                           (S. G. I. Madrid, 19 de enero de 2012)


Para escuchar a Márta Sebestyén interpretando Szerelem, szerelem
http://www.youtube.com/watch?v=QBoOa3PzPg8

Para escuchar la versión de Bilja Krstic
 http://www.youtube.com/watch?v=0pjeFzrDvNc&feature=related

7 comentarios:

  1. Hermoso poema Salomé.

    Me gusta especialmente la segunda parte, que por otra parte encuentro tan difícil. Qué maravilla pensar en un amor siempre nuevo, fresco, recién brotado...

    Un abrazo recién brotado y que te ofrezco como muestra de mi admiración por tu bello poema.

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  2. Hola Salome, florecer, florecen las copas de los árboles, regalando nuevamente su belleza
    eternamente nueva, brotando y brotando en cada primavera, ofreciéndonos frescos aromas y nuevas flores que poco a poco brotan en belleza y colorido...
    Preciosa entrada.
    Saludos.-

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  3. En efecto, queridos ambos, ese amor siempre nuevo evoca el eterno retorno de esa primavera que florece entusiasta, siempre nueva, a pesar de la experiencia. En el fondo de la mente, el comienzo de la canción tradicional Szerelem, Szerelem: algo así como “Amor, amor ¿por qué no floreces allá arriba de cada árbol de tal manera que todo chico y chica pueda recogerte?”. Claro que es un milagro (como la primavera), querida Laura, aunque yo no creo en las casualidades, sino en las voluntades y el trabajo. El amor, por supuesto, no se inventa apresuradamente ni se forja a golpe de martillo; pero si se protege y se alimenta como haría cualquier madre con su cría. Cientos de botones a punto de abrir para ambos.

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  4. Muy buen poema. Felicidades. Són imágenes poéticas tangibles, se aprecian con los sentidos y pueden llegar a dibujarse.
    Salud

    Francesc Cornadó

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  5. ¡Poema y música vibran en lo más hondo! Sé solo amor.

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  6. Uff…que regalo para un amante…de la naturaleza, por supuesto…
    Preciosa manifestación de una observadora romántica.

    Saludos.

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  7. Es hermoso regalar amor, pero regalar entradas como estas es todo un placer para los que las disfrutamos. Saludos desde mi terruño.

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