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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

DESDE EL INFIERNO

Garganta del Infierno (Valle del Jerte)
En 1916 un grupo de hombres decidieron no convertirse en carne de cañón en una guerra que no era la suya. Durante la Rebelión de Pascua, algunos separatistas irlandeses optaron por no defender la causa inglesa en la Primera Guerra Mundial y luchar, en su lugar, por la independencia de Irlanda. El movimiento fue sofocado inmediatamente y sus líderes, ajusticiados. Pero la memoria de los hombres caídos infundió valor a todo un pueblo. Inspiró también a Canon O’Neill, que escribía la famosa Foggy Dew. Muchos habían llegado a la conclusión de que no merece un leal vasallo quien no se comporta como un buen señor.



LÁGRIMAS DE SAN LORENZO
Tan lejos,
tan cerca:
es siempre la misma bota
la que aprieta.
Aun en otro espacio y otro tiempo,
a todos nos arrancaron el cuero.

Clama mi garganta seca
por esta sed que justicia no ahoga
De amparo ni sombra
que ofrezca
a mi decepción consuelo:
no hay piedad ni descanso
en el Infierno.

Aparta de mí ese caldero,
que no quiero ver
lo que se cuece dentro:
ha de quedar el hórrido sustento
crudo,
me temo.

Con la corriente baja
un barquito repleto
de desatendidos ruegos:
ritual contra el resentimiento.
Hinche sus velas el viento.
Fluya, como veneno,
el rencor acerbo
lejos.
                                                                                                      (S. G. I. Madrid, 14 de enero de 2012)


Para escuchar a Sinead O’Connor y The Chieftains interpretando Foggy dew

Para escuchar la versión de The wolfe tones

9 comentarios:

  1. Estuve por alli hace algunos años y fue un sitio que me impresiono por su belleza.
    Me han encantado tú poesia, escribes realmente bien.
    Un fuerte abrazo

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  2. Me quedado out... pero creo recordar que estos hechos los recrea Vargas Llosa en su última novela, "El sueño del celta" ¿verdad?

    El poema es hermoso Salomé...el rencor es terrible, y no siempre se puede evitar.

    Preciosa canción.

    Un abrazo grande!!

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  3. Hermoso y sutil, como vos. Yo he tenido la dicha de conocer ese lugar y sentirlo en mi piel.Bella la garganta de los infiernos. Saludos desde mi terruño.

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  4. Inevitable el hermetismo a veces. Temo que no he leído la última de Vargas Llosa. Determinadas imágenes se entienden a la luz de tradiciones cristianas ligadas al martirologio, y también de prácticas mágicas hititas (comunes en realidad al menos parcialmente a otras culturas). Respecto al contenido, la mejor pista es el título (recordemos como murió San Lorenzo) y, sobre todo, el acompañamiento musical y las circunstancias que inspiraron su nacimiento. Tú y yo sabemos, Laura, que casi nada es nuevo. Está el hombre lúcido preso de una noria a la que, solo, no puede poner freno. Sólo puede esperar no haber gritado vanamente en el desierto…

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  5. Realmente esas fotos me traen muchos recuerdos, Visite la zona un día muy lluvioso y tras volver al coche aunque empapado hasta los huesos, pensé que había merecido la pena, el sitio es una pasada y recomiendo a todo el mundo a visitarlo, yo volveré.
    Un saludo.

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  6. Impresionante esa garganta de los infiernos. Yo también soy de la opinión de que "no merece un leal vasallo quien no se comporta como un buen señor", y mejor aun no ser vasallo de nadie ni de nada.
    Un beso.

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  7. Impresionantes imágenes.
    Me has recordado el Cantar del Mío Cid, "¡Dios, qué buen vasallo si tuviera buen señor!". Una de las funciones más importantes, y más difíciles, de un buen jefe es saber mandar bien, motivar a los subordinados y hacerles sentirse valorados.
    Un saludo.

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  8. Al contrario que Rubén, pasamos un calor infernal en la garganta ( no es un juego de palabras) precioso Hervás y toda la zona.
    También le dediqué alguna entrada en su momento en mi blog.
    El tuyo me encanta, lo que he visto hasta ahora.
    Un saludo
    Rafa

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  9. Espero, Rafael, que el resto no te defraude. Abrazos.

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