ESTÁ LA PUERTA CERRADA
No rasques con uña torcida
del inconsciente la entrada.
Soy inmune al golpe bajo:
no te escucho,
no te abro.
Con veneno regaste el surco.
Abonaste con desdén el campo.
Sólo sembraste cizaña.
Y recogiste manojo seco,
áspero como esparto.
Vuelve a las sombras que habitas,
que la puerta está cerrada.
Se aleja mientras amanece,
cual perro fiel,
el hedor tras tus pisadas.
(S. G. I, Madrid, 13 de diciembre de 2011)
Para escuchar a Beyonce y Lady Gaga interpretando Telephone
Enhorabuena por tu blog y gracias por seguir de cerca el mio.GRACIAS.
ResponderEliminarun desamor a cabalidad
ResponderEliminarbuen trabajo
saludos
Hola,hoy he entrado en tu blog por primera vez....me he quedado fascinado.Tienes mucho talento,tanto fotográfico,como con la pluma.
ResponderEliminarTe sigo.
Y si llama el calvo de navidad, que....?
ResponderEliminarBesos abiertos
Que pasada de poema! Saludos!!
ResponderEliminarParece que llama el mal ¿no? el diablo, vamos... seguro que no va por ahí... jajaja... aisss... me ha dado un mal rollo que no veas... y eso que soy una atea convencida.
ResponderEliminarBsts
Detrás de cada puerta cerrada siempre hay una incógnita.
ResponderEliminarPrecioso el llamador que has puesto, siempre me han llamado la atención, sobre todo los zoomorfos, los leones en especial.
Besos Salomé.
Una dura metáfora...pero ¿inapropiado volver llamar? cuando es evidente que la puerta está cerrada...y no se quiere abir,...no lo sé; la fatalidad posee una cierta elasticidad que se suele llamar libertad humana; uno podrá o no aceptar ese cierre. Creo que se debería correr el riesgo de insistir en la llamada. Pero lo más importante es nunca entrar sin llamar.
ResponderEliminarLo que está claro es que uno debe ser consecuente con sus actos y con sus consecuencias. Nunca es justificable la ignorancia.
Un Saludos.-
No sé, querido Omar... Diría que ciertos desamores de cabal tienen bien poco, pero en fin. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Xurde. Aunque de plumas seguramente entiendes mucho más tú que yo: a pesar de ser muy aficionada a la "bichología", las aves se me resisten un poco. Precisamente por eso tu fantástico blog me será muy útil... Abrazos.
ResponderEliminarNo caerá esa breva, querido Alejandro. ¿O acaso querías decir "y si llama el calvo por Navidad, ¿qué?"? En ese caso, la llamada sería muy bien recibida: hay voces que ganan mucho a través del auricular. Besos.
ResponderEliminarPues no andas muy descaminada, querida Laura. Tú, como siempre, tan perspicaz. En efecto, hay gente que, más que un hombro en el que llorar, necesitaría un exorcista... Escalofriante. Besos grandes.
ResponderEliminarAlgunos de esos llamadores, querido Johnny, al margen de su evidente valor estético, tienen claramente una función disuasoria y apotropaica. Ya en la antigua Mesopotamia algunas figuras de animales fieros -mitológios o reales- se colocaban en las vías de paso precisamente con la misma intención. A ver si funciona... Besos.
ResponderEliminarDiscrepamos sólo formalmente, querido Enrique. En efecto siempre he creído lícito proponerse: está a quien recibe la propuesta aceptarla o rechazarla. El problema sobreviene cuando quien se propone no respeta, a su vez, la libertad del otro para declinar la propuesta. Es decir, discrepamos en ese verbo "llamar", que algunos entienden con demasiada elasticidad. Hay formas y formas de llamar: lo que uno no se puede permitir jamás es aporrear desconsideradamente una puerta que la propia incapacidad cerró en el pasado. Besos.
ResponderEliminarA mi sigue fascinándome como se puede construir con palabras para expresar un sentimiento. y, en ocasiones se sale de lo que queríamos hacer y se le da una nueva dimensión.
ResponderEliminarMe quedo con lo de ser inmune al golpe bajo, la tomaré como talismán.
besos,Salomé...
Que te resguarde siempre, Marce. Besos.
ResponderEliminarJe regrette de ne pas comprendre toutes les subtilités de ton poème car le traducteur Gogle est franchement mauvais pour cette fois.
ResponderEliminarIl me reste la magnifique photo de cette porte qui t'as inspirée et c'est déjà pas mal.
Bonne soirée à toi, Guadalupe et à bientôt,
Avec mon amitié.
Roger
Yo solo entro si te me invita, cada uno tiene su mundo, cuando te inviten pasas.
ResponderEliminarPor eso le tengo yo tanta manía a esos bichos peligrosos que son los traductores automáticos, querido Roger. Abrazos.
ResponderEliminarPara ti la puerta está siempre abierta, querida Ana. Besos.
ResponderEliminarAmiga,yo también entraria, claro,siempre con tú invitación. Estupendo trabajo. Un beso.
ResponderEliminarBellísimo poema, y la imagen es sin duda fascinante, enigmática puerta. Siempre es un placer visitarte.
ResponderEliminarUn saludo.
BUenas Guadalupe. Una foto estupenda de una puerta no menos maravillosa. Tremenda la poesía y la canción elegida. Unbeso fuerte
ResponderEliminarNi se pregunta, querido Salvador. Besos.
ResponderEliminarinmensa imagen del rencor que muchos podriamos tener encima..
ResponderEliminarbuen poema
un abrazo y salud
Querida Salome gracias desde lo mas hondo de mi ser por tu huella.
ResponderEliminarQue el 2012 llegue a tu puerta con el clamor y la ternura que mereces.
Gracias otra vez.
Un magnifico blog, con unas magnificas fotografias y ni que decir de los textos. Me ha encantado. Con tu permiso por aqui me quedo.
ResponderEliminarSalud_2
...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
SALOME
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE FLOR DE PASCUA ENEMIGOS PUBLICOS HÁLITO DESAYUNO CON DIAMANTES TIFÓN PULP FICTION, ESTALLIDO MAMMA MIA, TOQUE DE CANELA ,STAR WARS,
José
Ramón...
Has dicho la palabra mágica, querido Papillon: "podríamos". He aquí la diferencia entre unos y otros. Besos.
ResponderEliminarEspero, querido Miguel, que el nuevo año llame a tu puerta con todos los dones que mereces bajo el brazo. Besos.
ResponderEliminarEs un honor, Andrés.
ResponderEliminarGracias por tu visita, Jose Ramón.
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