Para que luego me pregunten que cómo es que me da por salir con lluvia y niebla. ¿Hacen falta más razones que las que tenéis abajo? Yo creo que son de peso. A ver, cuando se sale en estas condiciones, siempre ha de ser a lugares que se conocen bien y correspondientemente equipados. No vaya a ser que se nos pierda alguien o que os pilléis un resfriado. En este periodo del año calculad también que las horas de luz se reducen muchísimo. Nunca está de más llevar la linterna dínamo encima, pero lo mejor es evitar tener que usarla.
Esta tarde hay una lluvia finísima pero densa y constante. De la montaña no queda ni rastro: hasta el borde del pueblo llega el manto algodonoso. Cuando en Hervás tienen esta estampa, lo que se vive dentro de los castañares y más arriba, en las pistas, es esto.
Buen trabajo, me encantan las fotos con niebla, parece que la foto no te enseña del todo lo que hay, añade misterio, felicidades!!! y feliz año
ResponderEliminarMuchas gracias, Manel. Adoro la niebla; es siempre acogedora y se asocia al silencio absoluto. Lo más interesante es que nunca hay lo mismo detrás, ni siquiera en los recorridos que conoces mejor. Por eso uno no se cansa nunca de subir. Independientemente de los kilómetros que se puedan recorrer o las dificultades que se puedan encontrar.
ResponderEliminarQue sea un feliz año para ti también. Y que en él nos regales muchas de tus maravillosas fotos.
Salomé a mi también me encantan las fotos con niebla, como a ti a mi también me parece acogedora. Toda la serie es muy buena.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Ana. Viniendo de ti es un gran elogio.
ResponderEliminarAbrazos
Altra ottima serie Salomé, questa volta nebbiosa, ma non per questo meno bella di quella innevata.
ResponderEliminarUn caro saluto, Sandro e Cristina_
Grazie della visita, Sandro e Cristina. Siete sempre i benvenuti.
ResponderEliminarUn salutone da Hervás