Quienes andabais por el pueblo hoy habréis comprobado que ha sido un día bastante lluvioso. Ni comparación con lo que caía en la pista superior. Cuando desde Hervás véis la montaña cubierta por unas espesas nubes blancas, es esto lo que se percibe desde el interior de la niebla. Quienes conocéis bien este camino advertiréis que en la foto de cabecera falta algo al fondo: el Pinajarro, totalmente cubierto. Mientras la espesa niebla y la lluvia avanzan, desaparece también la Heidi, a nuestros pies, e incluso todo el valle.
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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS
(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)
EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.
Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.
Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.
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