
El camino que nos conduce al Pinajarro es espectacular en invierno, pero quizá sea éste el
momento en el que ofrece más estímulos a nuestros sentidos, especialmente al olfato.
Aunque ya no encontraréis por la Heidi iris, gladiolos ni gamones en flor, las retamas floridas salpican de un espectacular amarillo
toda la montaña. En el trayecto hasta el Pinajarro, sobre todo el tramo final, regalan un embriagador aroma al que se empiezan a añadir ahora los matices de las flores de saúco. Si circuláis más abajo, a los 1200 metros de altura de la Heidi, el perfume mayoritario será el de las flores de castaño, al que quizá no todo el mundo se acostumbre fácilmente. 
Sobre las diversas rutas que os permitirán acercaros al Pinajarro podéis consultar mis antiguas entradas.
Debéis tener en cuenta que hoy apenas se encontraba agua en las fuentes de la pista superior, incluido el gran pilón de la plataforma del Pinajarro.

Aunque ya no encontraréis por la Heidi iris, gladiolos ni gamones en flor, las retamas floridas salpican de un espectacular amarillo


Sobre las diversas rutas que os permitirán acercaros al Pinajarro podéis consultar mis antiguas entradas.

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