
Por lo que yo he podido apreciar, parecía haber tres focos distintos. No quiero decir nada más al respecto hasta no obtener algún tipo de información fiable. No obstante, de ser así, todos sabemos lo que significaría eso.
Mañana, el panorama será desolador. La tierra se habrá vuelto negra y olerá a muerte. Dolerá el alma al pasar cerca de las zonas carbonizadas, y será necesario apartar la vista para no dejarse invadir por la rabia.
No es la primera vez y, lamentablemente, tampoco será la última. El hombre tropieza siempre en la misma piedra.
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