EN SACO ROTO
Dentro de cuarenta años,
que no habremos vagado
por pronosticado desierto,
desde camita de ramas,
con nuestro amor a cubierto,
oiremos el murmullo lejano,
atragantado en garganta árida
a fuerza de regurgitar veneno.
-¿Seguirán las sirenas
perdiendo su tiempo?
-Nadie puede haber tan obtuso;
habrá sido el viento.
Lo quieran o no,
sirven las voces
para arrullarnos el sueño.
(S. G. I. Hervás, 30 de marzo de 2012)
Marte, Venus y Cupido, Tiziano |