Dragón narcisista (Real Sitio de San Ildefonso) |
Salen baratas
las palabras en este país –más incluso que el cine, que ya es decir–. Salen
baratas resulten falsas o ciertas. Perdón, rectifico: las falsas suelen tener
muchas menos consecuencias. Y no deja de ser paradójico, porque cada vez que
ciertos personajillos –sí, lo digo por su escasa talla. A la intelectual me
refiero (siempre he sostenido que un título no necesariamente certifica algo), que
no a la física, claro. No porque no pudiéramos, sino porque nosotros sí tenemos
modales y no nos gusta discriminar. Ni siquiera a los que discriminan– hablan,
sube el pan –aunque bajen los salarios–, llueven las plagas, tiembla el
misterio…y, de paso, el resto.
Y así se diría
que, con el beneplácito de lo más alto, quienes no debieron estar muy atentos
cuando pasaban Barrio Sésamo, confunden arriba y abajo, fuera y dentro, mucho y
poco… Y vamos, chicos, a contar… murciélagos. A mí, la verdad, me gustaba
infinitamente más el original.
Conde Draco ascendido a los altares |
Para escuchar a Phil Collins interpretando I don't care anymore