EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.
Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.
Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.
Querido Emiliano, da muchísimo miedo reconocerlo, pero por ahí van los tiros: creo que tienes toda la razón. Abrá que decidirse a defendernos de él. Besos.
Quizás el coco nunca se haya ido.
ResponderEliminarUn abrazo, Guadalupe.
Querido Emiliano, da muchísimo miedo reconocerlo, pero por ahí van los tiros: creo que tienes toda la razón. Abrá que decidirse a defendernos de él. Besos.
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