Pedro Ávila por Alejandro Cabeza |
HOMBRES DEL
NORTE
Salomé
Guadalupe Ingelmo
Para Pedro Ávila
El horizonte está en los ojos y no en la realidad
Se despertó sobresaltado: en el sueño se ahogaba en un río
de palabras contenidas que no alcanzaba a seguir tragando. Abrió los ojos y no vio. Ninguna luz se filtraba por las
estrechas rendijas; los días habían ido volviéndose paulatinamente grises. El
otoño avanzaba sin remisión sobre los cuerpos, despojándolos como a los
árboles. Al otro lado del cristal –tan cerca pero tan lejos– bandadas de plumas
blancas emprendían el vuelo. El sudor se le antojó mortaja y añoró el frío de
los neveros. Dudó. Sólo por un instante. Miró hacia atrás y no reconoció la
tierra. Vio que ya no merecía el esfuerzo. Definitivamente comprendió: estaba a
tiempo de migrar en sentido inverso.
Joan Manuel Serrat, Vagabundear
¡ Precioso ! Feliz semana.
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa. Sólo una pequeña parte de lo que el personaje merece. Besos
Eliminaruy, qué sentido, qué simbolismo,
ResponderEliminarhas logrado una joyita en prosa
saludos
Muchas gracias, Omar. Hay vidas (también actitudes ante la vida) que inspiran especialmente. Besos.
EliminarΠολύ όμορφο κομμάτι αγαπητή μου Salome, αν και η μετάφραση το αδικεί.
ResponderEliminarΤο τραγούδι από το 1971 πολύ νοσταλγικό!
Μια αγκαλιά