Cae la nieve,
blanco artificial.
Tras la fina raya
extiendes las alas;
podrías volar.
Pero acaba el vuelo
donde comienza la realidad:
la consistente piedra
no se deja atravesar.
Reza la lápida un nombre
que no logras recordar…
Nada prometió que no cumpliese.
Nada ha tomado sin avisar.
Ella es fiel; nunca engaña.
Aunque a veces se deja adulterar.
(S. G. I. Hervás, 14 de febrero de 2012)
Para escuchar a Eric Clapton interpretando Cocaine
http://www.youtube.com/watch?v=K3Q7UGPL6iE&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=K3Q7UGPL6iE&feature=related
Hola Salome, "Soñemos, vivamos, el presente, gocemos con la belleza de las cosas, ya que como dices, algunas son efímeras, y el tiempo les pasa factura.".
ResponderEliminarSaludos.-
Cual efímero será el corazón de muchos. Pero el tuyo no, seguro. Saludos desde mi terruño.
ResponderEliminarGracias, querido Jerónimo. Eso espero, porque creo que es lo mejor que tengo, lo de más valor. Que, a ser posible, una parte vague entre los míos como un eco lejano, pero molesto en la medida justa, y a la otra le sea permitido enredarse en las copas de los pinos, y anidar cuanto más alto mejor. Besos.
EliminarHay, hay, esa nieve que por aquí echamos de menos mucho, jeje. un saludo
ResponderEliminarSe caen los tópicos, el blanco níveo no es sinónimo de pureza ni la alucinación rompe la piedra.
ResponderEliminarBesos Salomé.
Ya sabes, querido Johnny, son tan poco fiables los lugares comunes... Besos.
EliminarTanto tiempo que hacía que no escuchaba a Clapton..tan sobrio y soberbio, como siempre. Me gusta mucho la de su creador J. Cale.
ResponderEliminarEscuchar ese tema con tu letra, sería toda una gran experiencia. Está muy bien eso de: se acaba el vuelo donde empieza la realidad.
bicos.
Estaría aún mejor que vuelo y realidad pudiesen convivir. Pero para eso, paradójicamente, habría que saber vivir con los pies sobre la tierra. Lo que, curiosamente, no es incompatible con soñar y osar. Creo que todo depende de la franqueza con uno mismo, por encima incluso de la que le debemos a los demás. Besos.
EliminarUnnnmm, agua y aceite eso el vuelo los pies en la tierra, claro que, es cuestión de dosis y en donde viaja uno. Aún así, es isla de uno mismo, el tema, en donde puede surgir grandes ideas. La franqueza con uno mismo, supongo, empieza a flaquear donde comienza la línea blanca.
Eliminarun abrazo.
Nunca sabe uno, querido Marcelo, dónde está la cabeza y dónde la cola de ciertos monstruos. Lo mismo es al revés y la línea blanca aparece justo cuando desaparece la franqueza, para no tener que afrontar esa triste realidad... Supongo que cada caso será diverso. Besos.
EliminarCuando uno no puede o no sabe volar por sus propios medios siempre hay un ángel exterminador dispuesto a venderte sus alas, y cuando vuelas tan alto te olvidas del camino de regreso.
ResponderEliminarBuena canción y buen poema.
Salud!
Qué maravilloso comentario, querido Funambulus: cuánta lucidez en tus palabras. Besos.
Eliminar¡Paraísos artificiales! ¡Dioses deseados y deseantes!...Escritores conozco cuyas obras no están escritas por ellos, que lo están por la nieve blanca...
ResponderEliminarQué triste, querido Manuel, tener que perderse para conquistar el valor de encontrarse... Aunque hay que reconocer que esta profesión pone muy a menudo contra las cuerdas. No creo que esté hecha para individuos incapaces de mirarse al espejo. Besos.
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