.

.

DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

DENTRO DE NADA DISPONIBLES LAS CORRECIONES Y COMENTARIOS AL PLANO 6-7 (CASTAÑAR Y CASTAÑAR DEL DUQUE)

Como os indicaba ayer, necesitaba que el día de hoy fuese una jornada de reflexión ahí arriba. El corazón y la mente me pedían recorrer una ruta especial pero también realizar un esfuerzo intenso. Aunque en lo que va de agosto me he machacado bastante (normalmente alternando recorridos de veintitantos o treinta y pocos kilómetros —sin que hayan faltado también los de cuarenta y algo— con otros, en mis días de “descanso”, de entre diez y dieciséis) y antesdeayer mismo realicé la Heidi de cabo a rabo, como ya hemos explicado, es la mente la que debe imponerse sobre el cuerpo. Así que decidí, en realidad sobre la marcha, enlazar la ruta del Pinajarro con la Pista Heidi. Se trata de dos recorridos exigentes por separado, por lo que juntos se convierten en una posibilidad excelente de reforzar la voluntad y domar el cuerpo.
A pesar de la tristeza que motivó esta elección, ha sido un día muy especial. Aunque conozco bien desde hace mucho casi todo el camino, el trayecto me ha ofrecido más de lo que esperaba. Ha habido imprevistos maravillosos y enriquecedores, y las nubes que de vez en cuando cubrían el sol me han concedido una tregua la mayor parte del tiempo. En general, a medida que avanzaba tenía la sensación de que la montaña se sentía generosa, que había advertido mi pesar y quería levantarme el ánimo.
Como avanzaba ayer, he dedicado algunos momentos a reflexionar sobre el Pinajarro. No han pasado muchos días desde que estuve allí la última vez, pero hoy, para mi sorpresa, he encontrado un crocus florecido del que antes no había ni rastro. He querido considerarlo una señal, una ofrenda espontánea.
De este recorrido seguramente hablaremos en los próximos días, pues me permitirá proponeros varias rutas. Lo que de momento nos interesa es que tras bajar de las pistas, me he puesto manos a la obra y en breve podré ofreceros mis aclaraciones al plano 6-7 que podéis encontrar en la Oficina de Turismo. Es éste el que, como le indicaba ayer a nuestra amiga Estefanía (en comentarios a la entrada La piscina natural de Hervás permanecerá cerrada), considero más conflictivo. Por ello intentaré poner a vuestra disposición un plano muy sencillo (no tengo la presunción de realizar un trabajo serio, pues no soy cartógrafo) que se aleje lo menos posible del que probablemente ya tenéis, pero que subsane algunas omisiones que considero importantes y revise algunos puntos que me parecen confusos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los verdaderos protagonistas estan aquí