Creación |
CREACIÓN
Desamparados, sin más bóveda que un cielo plomizo, extienden sus ramas desnudas los plátanos. Persiguen el calor que quizá alumbre aún otras venas. Añoran (entre)tejerse.
Huérfana de un Miguel Ángel, anhela la madera el toque leve de ese dedo firme. Pero el hacha ha hecho bien su trabajo: sólo quedan muñones. En el suelo, miembros amputados. Inalcanzable se ha vuelto el Paraíso.
(S. G. I. Hervás, 18 de febrero de 2011)
Preciosa foto, divina cúpula, hermoso texto.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Love the colours and the composition!
ResponderEliminar¡Hola Salomé! No tardarán esas ramas en vestirse de verde y acercarse un poco más después del desborre.
ResponderEliminarUn brazo.
Muchas gracias, Laura y Lassen. Me ha encantado algo de lo que has dicho, Fernando: reverdecerán, sí, pero lo que me parece más fascinante es que se acercarán. Besos
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