Ahí va una muestra de lo que podéis encontrar durante vuestros paseos por estas fechas: prímulas, junquillos, narcisos, azucenas, jacintos de los bosques, endrinos, violetas, vincapervinca, borraja, ranúnculos, botones de oro, musgo y líquenes, fumarias… Entre las muchas maravillas, cuando ganéis altura, disfrutaréis del brezo que comienza a volver la montaña violeta. Observaréis que las varas de los Asphodelos están muy altas pero las flores aún no han comenzado a abrirse. Habrá que tener paciencia.
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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS
(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)
EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.
Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.
Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.
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Bajo la bóveda frondosa, donde el blanco jazmín se entrelaza a la rosa. En la ribera florecida que sonríe a la mañana. Deslicémonos suavemente en sus cautivadoras aguas. Sigamos la corriente huidiza, En la onda que una mano indolente estremece, Ven, ganemos la orilla donde el manantial duerme y el pájaro, el pájaro canta. Bajo la bóveda frondosa donde el blanco jazmín, ah, descendamos juntas.
ResponderEliminarFLOWER DUET,LAKME de delibes
http://www.youtube.com/watch?v=gR85R1sv94g&feature=related
espero que te guste
¿Tú qué crees, que me habrá gustado o que no? Adoro los claveles chinos y su olor es un de los más queridos para mí: en mi inconsciente se ligan a mi abuelo. Tiene que ver con una historia muy onírica que te contaré un día, una de esas tan típicas mías. Una que dejó profunda huella en un relato mío, otro que quizá leas antes o después y que trata de… Adivina. Pues sí, pintura y literatura a un tiempo. Ya sabes: muy difícil discernir dónde acaba mi vida y dónde empieza mi obra. Besos
ResponderEliminarEres una romántica empedernida, tus palabras se entrelazan como la rosa y el jazmín buscando el rió, yo creo que la lagartija ere tu y la estrella tambien.
ResponderEliminarEntonces habré de esforzarme por brillar,por iluminar. Y también tendré que procurar mover con garbo la colita. Pero, sobre todo, habré de aprender a reposar serena sobre las piedras recalentadas, con otra lagartija al lado.
ResponderEliminarNo vas descaminado: mi madriguera huele a menudo a rosas y jazmines. También, a azahares y gardenias, a lilas y violetas... Hay tantas flores por compartir... Como días y noches ha de haber por compartir. Besos.
Entonces... Menudo inicio de primavera, la flor se ha vuelto abrir, la veo la radiante y esplendorosa como nunca, se despierta la mañana y tengo ganas de juntarte un ramillete de roció...
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=yhvNuM6kLfc
Son sin duda los que prefiero, por frescos e iluminados. El rocío es la prueba evidente de que incluso los opuestos pueden fundirse en uno solo. Ardor y humedad conviven en esas gotas cada mañana, cuando el sol decide besarlas. Es tranquilizador pensarlo; quizá la convivencia no sea siempre venenosa. Besos.
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