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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

LA CHORRERA

La Chorrera es, junto con el Pinajarro, el paisaje con el que los hervasenses se sienten más identificados, el símbolo por excelencia de Hervás. Se trata de una cascada de casi 15 metros de altura presente en el Ambroz. Si atravesáis el río, podréis disfrutar también, con mucho cuidado, de una segunda cascada menor. Aunque, debido a los árboles que tiene delante, como observaréis en las fotos, es visible sólo parcialmente.










VENTAJAS RESPECTO A OTROS PARAJES
Visitar un lugar hasta el que se han acercado generaciones de vecinos desde tiempos inmemoriales. Es por tanto no sólo una joya natural, sino también un lugar con un marcado regusto histórico.
Se trata de un paraje realmente espectacular.

DESVENTAJAS
Hay que tener bastante valor para bañarse allí.
Es necesario poner mucha atención cuando subimos el último tramo del trayecto, una vez abandonamos el canal. Extremaremos las precauciones si llevamos niños.

VEGETACIÓN
Como indicábamos ya al hablar de las Charcas Verdes, en el tramo de las Vueltas de la Luz encontraréis sólo roble. Una vez empecéis a seguir el canal, aunque este árbol aún es mayoritario, aparecerán castaños y nogales aislados (destaca, a unos 600 m del depósito, un imponente nogal rodeado de helechos de casi metro y medio de altura que, a la ida, quedará a vuestra izquierda). En este tramo hay bastantes rosales silvestres, espino blanco y algunos ruscos. En verano, en el sotobosque llaman la atención los frutos rojos de las calas, cuyo follaje podréis admirar en primavera. Un poco más adelante disfrutaréis de un pequeño paraje de gran interés, con saúcos de excelente aroma y atractivos frutos y una gran madreselva de embriagadoras flores.
En la charca que encontraréis al borde del canal, antes de llegar a La Chorrera, podréis disfrutar de unos espectaculares alisos.
Una vez llegados a la cascada, al lado derecho de ésta (vista de frente) destaca un frondoso acebo. Al respecto os recuerdo que este arbusto está protegido y debe ser respetado.
A los pies del salto de agua encontraréis enormes valerianas y juncos.


CÓMO LLEGAR
El camino para llegar a La Chorrera es, en parte, el mismo que debéis recorrer para llegar hasta las Charcas Verdes. Para empezar, alcanzáis la Fábrica de la Luz (sobre el camino a seguir consultad la entrada sobre las Charcas Verdes). Una vez allí, tomáis la senda en tierra y piedra suelta que sube a vuestra mano derecha y que también os permite acceder a las Charcas Verdes. Cuando se bifurque, en lugar de seguir de frente (como haréis para llegar a las charcas), tomáis la senda que sale a vuestra mano derecha y empieza a subir por el monte.
La subida se efectuará mediante bastantes vueltas. Aquí debéis pisar correctamente. De lo contrario, dejaréis el terreno en mal estado para el siguiente excursionista. Ya que esta parte del camino está compuesta por tierra y piedra suelta que se viene abajo con bastante facilidad, se trata de removerlo lo menos posible al avanzar.
Cuando a vuestra mano izquierda veáis el tubo que canaliza el agua, significará que ya os queda poco para llegar a lo alto de las vueltas, donde se encuentra el depósito. Pasáis al lado de éste y atravesáis el canal. A partir de entonces caminaréis por la senda que sigue paralela al canal y pegada a éste. Al cabo de algo más de 1 km. aparecerá una bellísima charca (que se alimenta del Arroyo Forero) a vuestra derecha. Unos 500 m. después os veréis obligados a abandonar el canal, pues tenemos que ganar altura para poder acceder a la cascada. Cuando veáis una piedra grande con las familiares marcas blancas y amarillas atravesada sobre el mismo canal, observad el terreno a mano derecha y descubriréis que idénticas marcas indican el camino en las rocas. Se trata de trepar siguiendo la senda marcada por los visitantes anteriores (y de vez en cuando también por las rayas blancas y amarillas). Aquí es fácil perder el equilibrio, que en ese terreno muchas veces es precario. Por tanto resulta vital que tengáis las dos manos libres. La cámara fotográfica debería ir dentro de la mochila (colgada al cuello podría ocasionaros problemas graves o/y golpearse contra las rocas y dañarse) y ésta tiene que colocarse centrada en la espalda, con el peso bien equilibrado.
No abandonéis la senda marcada y, si hace falta, paraos a pensar dos veces que piedra será más estable para colocar el pie. En este tramo del trayecto no debéis tener ninguna prisa: lo primero ha de ser la seguridad. Tened en cuenta que la tierra suelta puede llegar a ser incluso más peligrosa que las piedras sueltas. Aunque no quede elegante, si en algún momento, para no perder el equilibrio, tenéis que apoyar las manos en las piedras o incluso puntualmente las posaderas, se hace y punto. Lo importante es divertirse y volver a casa perfectamente sanos.


RECORRIDO TOTAL
Aproximadamente 7 km ida y otros tantos de vuelta.

TIEMPO ESTIMADO
El trayecto se puede realizar, yendo a buen paso, en 1h 35 min. (50 min. hasta la Fábrica de la Luz, 15 min. para las Vueltas de la Luz, 20 min. para recorrer el canal y 10 min. para el tramo desde que abandonáis el canal hasta la base de la chorrera, donde es mejor ir despacio para extremar la atención). La vuelta se efectúa en 1h 20 min.

SUBIDA A LA ALIMENTACIÓN DE LA CASCADA
Desaconsejo muy vivamente que intentéis ascender hasta allí. Puede llegar a ser bastante peligroso y el riesgo es absolutamente innecesario. Os aseguro que allí arriba no hay nada interesante que ver. De hecho, en ese punto el río tiene un aspecto bastante mediocre, con unas charcas insignificantes. Para que a ninguno de vosotros le asalte la tentación de comprobarlo personalmente, os dejaré una foto.
No obstante, como sé que algunos sufrimos de una curiosidad casi patológica cuando de naturaleza se trata y soy consciente de que no todos seguiréis mi consejo, intentaré daros algunas indicaciones prácticas para reducir los riesgos en la medida de lo posible. No sin antes rogaros de nuevo que, si podéis, lo evitéis. Y que si lo hacéis, extreméis las precauciones, pues la prudencia allí no será nunca excesiva.
Para acceder a la parte superior de la cascada es necesario atravesar el río y trepar por el lateral de la misma. No existe un camino, podemos sólo aprovechar las zonas entre las rocas más pisadas por las cabras.
Aquí van mis recomendaciones:
1. Como hicisteis entre el punto en el que abandonamos el canal y la bajada a La Chorrera, antes de iniciar el ascenso, meted la cámara fotográfica dentro de la mochila y cargad ésta sobre los dos hombros (jamás sobre uno sólo, pues podría desequilibraros).
2. Las dos manos tienen que estar libres por si fuese necesario usarlas con urgencia.
3. Si llegáis al extremo de tener que aferraros a algo, poned buena atención en elegir vegetales que tengan raíces suficientemente resistentes.
4. Al riesgo de la tierra y piedra suelta hay que añadir sobre todo la hierba seca. Resbala muchísimo tanto sobre la tierra como sobre la piedra, por lo que hay que intentar evitarla en la medida de lo posible.
5. En la bajada debéis tener aun más prudencia que a la subida.


















































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