.

.

DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

Mostrando entradas con la etiqueta INFORMACIÓN ACTUALIZADA SOBRE LAS RUTAS DE LOS PLANOS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta INFORMACIÓN ACTUALIZADA SOBRE LAS RUTAS DE LOS PLANOS. Mostrar todas las entradas

VIII Encuentro de Blogueros de Extremadura





Con el patrocinio de la Dirección General de Turismo de la Junta de Extremadura, se celebrará de nuevo en breve, el próximo 24 de noviembre en el Convento de la Coria (Fundación Xavier de Salas), en Trujillo, el tradicional Encuentro de Blogueros de Extremadura, durante el cual se presentará también el libro colectivo Extremadura, Naturaleza Urbana, en el que he tenido el privilegio de participar un año más con una de mis aportaciones.

Toda la gratitud para los organizadores, muy especialmente a los compañeros José Manuel López Caballero y Atanasio Fernández, sin cuyos esfuerzos nada de esto sería posible.



Programa:


10:00               PRESENTACIÓN DEL ENCUENTRO
                        José Manuel López Caballero (FXS)

10:15               AVES URBANAS… DESDE EL PALEOLÍTICO Y ¿HASTA CUÁNDO?

                        Juan José Negro (EBD. CSIC)

11:00              CAFÉ Y MIGAS

11:45               PROYECTO LIFE-ZEPAURBAN
                        María Jesús García-Baquero (DGMA)

12:15                 NATURALEZA Y PATRIMONIO CULTURAL: DOS CARAS DE LA MISMA RIQUEZA
                        Rubén Núñez (Cáceres al detalle)    

12:40               PRESENTACIÓN DEL LIBRO: EXTREMADURA, NATURALEZA URBANA
                        Atanasio Fernández García

13:30               EVOLUCIÓN
                        Mario Cea (Fotografía)

14:30               COMIDA
  


Más información sobre este proyecto y sus publicaciones en: https://extremadurablogs.blogspot.com/


CÓMO INTERPRETAR LAS MARCAS SOBRE EL TERRENO QUE SEÑALAN LAS RUTAS DE HERVÁS


Como nunca te acostarás sin saber una cosa más, hoy descubro que hay personas que no saben interpretar las marcas en el terreno con las que se han señalado diversas rutas clásicas de Hervás. Así que vamos a ello. En realidad es una tontería, pero como os explicaré yo tengo mis objeciones. Luego cada uno…

Los senderos de Hervás aparecen marcados en blanco y amarillo (si se os queda pequeña esta montaña y visitáis la de otros pueblos cercanos, como por ejemplo mi querida Gargantilla, comprobaréis que tienen otros colores). En principio las líneas paralelas indican que el camino es transitable, y la equis que no lo es. Sin embargo en nuestra última entrada sobre La Chorrera aconsejábamos tomar un sendero marcado con una equis… De hecho, una buena parte de los senderos marcados con equis sí son perfectamente transitables y a veces conducen a lugares muy interesantes.

¿Es que acaso los habitantes de Hervás pretenden quedarse con los turistas? ¿Colocan marcas falsas para que los visitantes se pierdan? ¡Pero qué mala uva que tiene esta gente! Pues no, y hay quien todavía hace buenas pitarras, aunque vecinos con una cierta edad afirmen que no alcanzan a las de mi bisabuelo.

Entonces habría que interpretar más bien que las líneas paralelas indican que el camino es el correcto y la equis que no lo es. Y aquí está el meollo de la cuestión porque el camino es el correcto para ir a donde quien lo ha marcado se ha metido en la cabeza que vosotros querréis ir si lo habéis tomado. Según su lógica, por ejemplo, si yo estoy en Marinejo he de querer ir por fuerza a La Chorrera, y por ello me marcarán con equis caminos que podría tomar para llegar a la Heidi y de allí al Pinajarro, por ejemplo. De locos. Y qué sabe nadie a dónde se me mete a mí en la cabeza ir cada día. ¿Veis por qué de vez en cuando me da por abandonar pistas y caminos e ir monte través? Resistencia activa, señores, resistencia activa.

Diría que el sistema nace de la costumbre de decirle a la gente lo que tiene que hacer y cómo. En fin. Personalmente prefiero decidir cómo llegar a donde quiero llegar. Como le decía hoy a un caminante que me pedía indicaciones, desde cualquier punto se puede llegar a cualquier lugar interesante que uno quiera visitar: sólo hace falta conocer lo suficiente la montaña. Otra cosa es que ir a la Tejea pasando por el Pinajarro en lugar de llegar directamente desde el pueblo pueda alargar un “poquito” el trayecto innecesariamente. Pero como sigo pensando que más importante que el objetivo es el camino…

Comprendo que algún sistema tenía que adoptar para facilitare las cosas a quienes no conocen la zona, pero con todos los respetos a veces tengo la sensación de que así se les trata un poco como a ratoncillos de laboratorio. Y según observo, con ese sistema ni siquiera se evita siempre que los turistas se líen. Si quienes optaron por ponerlo en práctica de verdad caminasen a diario por la montaña, se darían cuenta por sí mismos de la confusión que a veces llega a crear y de las decisiones tan arbitrarias que a veces implica sobre las rutas marcadas. A lo mejor se podría haber optado por marcar cada ruta con colores diversos, de forma que en algunos puntos clave, como las Tabladillas o Marinejo, podría haber confluido más de un color.

Se me dirá que es fácil criticar viendo los toros desde la barrera, pero es que esto es como diseñar zapatos de señora: si quienes se obcecan últimamente en colocarles a todos esos tacones imposibles y antiestéticos (sigo diciendo que, al forzar la posición de la pierna, exageran los gemelos: piernas de jugador de fútbol profesional) tuviesen que caminar con ellos, dejarían de hacerlo. Como la vida no es blanca o negra, entre los tacones de veinte centímetros y las manoletinas planas ha de haber todo un mundo por descubrir o recuperar.

LA RUTA CASTAÑAR/CASTAÑAR DEL DUQUE Y HERVÁS-GARGANTILLA (PLANO 6-7)

Hoy analizaremos la ruta Hervás-Gargantilla. Ello implica revisar el plano 6-7, que probablemente alguno de vosotros habrá recogido ya en la Oficina de Turismo, y aclarar los puntos más conflictivos del mismo, los que personalmente creo que podrían desconcertaros o incluso induciros a error.
Podéis observar toda la ruta Hervás-Gargantilla en el plano 12. No obstante, el mapa 6-7 refleja una porción de la misma, que recoge en realidad la mayor parte del trayecto entre ambos pueblos. En este último apreciáis, además, que a lo largo del camino encontraréis varias bifurcaciones mediante las cuales podréis enlazar con la carretera de Gargantilla o con la carretera que conduce al Puerto de Honduras. Esta particularidad la convierte en una ruta bastante segura por la que caminaréis sin demasiadas preocupaciones, ya que, en el peor de los casos, si os equivocáis en algún desvío, normalmente acabaréis saliendo a lugares bien conocidos y relativamente transitados.

PROBLEMAS QUE PRESENTA LA LECTURA DEL MAPA
Diría que se trata de un recorrido bastante sencillo en el que resulta difícil perderse. Sin embargo, el plano 6-7 me parece el más conflictivo de cuantos distribuye la Oficina de Turismo, por lo que no sería extraño que os costase reconocer los lugares por los que estáis pasando sobre él (o que incluso no llegaseis a reconocerlos en absoluto). De hecho, si os fijáis bien, este mapa ni siquiera coincide con el 12 en algunos detalles (como la denominación de los arroyos, por citar un ejemplo), a pesar de reflejar un mismo espacio geográfico.
El problema fundamental del plano 6-7 es que no han sido marcados algunos caminos, la localización de otros no se adapta demasiado a la realidad, en ocasiones no se ha respetado la posición de las sendas respecto a elementos que deberían servir para orientarse (básicamente los arroyos) y, a menudo, la forma que se le ha dado a las bifurcaciones despista un poco (el autor muestra una cierta tendencia a dibujar muchas en forma de Y, cuando sobre el terreno encontraréis otra cosa).
Por este motivo me he decidido a realizar un nuevo mapa muy básico en el que se subsanen algunos de esos problemas. Para no confundiros aún más, me he alejado lo menos posible del que probablemente ya tenéis, pero añadiendo o modificando los elementos que más os pueden desconcertar. Aunque resulta demasiado evidente que no soy cartógrafo, espero que mis indicaciones puedan serviros para entenderlo mejor.

INFORMACIÓN FUNDAMENTAL QUE DEBÉIS CONOCER SOBRE ESTA RUTA
1. Cuando el camino empiece a bifurcarse, probablemente observaréis que ambos ramales aparecen señalizados como transitables (con las típicas marcas blancas y amarillas). Es probable que ello os desconcierte, pero no hay motivo para preocuparse. Si lo que queréis es llegar hasta Gargantilla por el castañar, la elección es bien sencilla: debéis tomar los desvío señalizados con las balizas en madera (representadas en mi mapa por simples puntos), no los que tienen marcas sobre rocas o troncos de árboles.
2. A pesar de que hay bastantes bifurcaciones a lo largo de nuestro recorrido, podemos decir que los caminos que salen del principal por la derecha os llevarán a la carretera de Gargantilla. Mientras que los que salen de la izquierda os conducirán a la carretera del Puerto de Honduras.
3. No obstante, no todas estas bifurcaciones son igualmente accesibles.
a) Si vuestra intención no es llegar hasta Gargantilla sino simplemente dar un paseo por el castañar sin ir demasiado lejos ni realizar demasiados esfuerzos, mi consejo es que salgáis a la carretera del Puerto de Honduras por la primera bifurcación, la que el plano 6-7 os marca en verde. Ésta muere en la carretera entre la Umbría del Rey y el arroyo Juan Pinto. Se trata de una pista ancha, muy pisada y perfectamente transitable. Además, justo antes de salir a la carretera, podréis disfrutar de unos enormes castaños ancianos.
b) Os desaconsejo vivamente la siguiente bifurcación, que se puede tomar a mano izquierda apenas pasada la casilla a la que llegáis tras haber atravesado el segundo puente (el del arroyo Romanillo), y que muere en la carretera unos metros por encima de la Umbría del Rey. Se hace larga y está bastante comida por la maleza. Se trata de una senda muy poco transitada que se va estrechando progresivamente. De hecho, llegará un punto en el que aparentemente desaparecerá y probablemente creáis que no tiene salida. Entonces mirad hacia vuestra derecha. Veréis unas grandes piedras, que antes formaban parte de un muro, caídas. Pasáis por encima y descubrís que la senda continúa al otro lado. En breve empezaréis a oír el murmullo del arroyo, lo que indica que ya casi estáis en la carretera.
c) La bifurcación que el plano os propone para llegar a la carretera del Puerto de Honduras, la que aparece marcada en rojo, es relativamente larga (casi 2 km.) y debéis tener en cuenta que discurre enteramente cuesta arriba (la pendiente a veces resulta considerable). En realidad se trata de un camino entre fincas. Por eso encontraréis una portilla grande que cierra el paso. Es bastante fácil de abrir, pero recordad volverla a cerrar una vez que hayáis pasado. De lo contrario, las vacas que a veces pastan por allí podrían escaparse y desperdigarse por el monte. Este tramo presenta numerosas bifurcaciones, ya que cada una de ellas conduce a una finca privada. Por ello he optado por no marcarlas en el plano que os propongo. Al respecto, en la sección Cómo llegar, os daré una serie de directivas para que podáis saber dónde desviaros en los parajes donde os pueda asaltar la duda.

VENTAJAS DE LA RUTA
1. Discurre casi enteramente dentro del castañar típico de la zona. Se trata de un paisaje monótono sólo en apariencia. En realidad os permitirá aprender a disfrutar de los distintos matices de verde (y amarillos, cuando se aproxima el otoño) que puede ofrecer este bosque, a apreciar las distintas formas de los troncos (que imprimen una personalidad diversa a cada árbol) y a admirar las formas cambiantes que dibuja el sol sobre el camino al filtrarse entre el espeso follaje.
2. Con ella llegáis hasta Gargantilla sin pisar la odiada carretera.
3. La bajada a Gargantilla es realmente espectacular.
4. Ofrece cierta seguridad a aquellos que no se orientan demasiado bien en el campo. Al salir de una forma u otra a una carretera, si equivocamos el camino, es difícil sentirse realmente perdido.

DESVENTAJAS
La ruta no os ofrece ninguna fuente de agua.
Incluso si salís a la carretera del Puerto de Honduras, hay sólo un pilón, del que apenas mana agua, casi a la altura de la tercera bifurcación (contamos siempre en orden ascendente, sujetando el plano de forma que los puentes por los que se sale del pueblo queden abajo). Poco después, caminando en dirección al pueblo, hay otra pequeña fuente, pero suele estar cortada. Por tanto tendréis que esperar a llegar a San Gregorio para beber.

PRECAUCIONES
A pesar de que la mayor parte del tiempo podréis caminar a la sombra, es fundamental llevar agua por los motivos apenas expuestos.

VEGETACIÓN
Por razones obvias, en el caso de esta ruta la sección que nos ocupa debe ser bastante pobre. No obstante, hay que destacar dos fenómenos dentro del bosque de castaño. Uno son los ya mencionados castaños ancianos (que dos adultos con los brazos extendidos no logran abarcar), en la bifurcación que nos conduce a la carretera entre el arroyo Juan Pinto y la Umbría del Rey, alrededor de los cuales encontraréis además bastantes saúcos. El otro son las enormes isletas que la escorrentía invernal produce en el terreno. La originalidad de este fenómeno consiste en que suelen estar ocupadas por enormes machoteras (denominada así porque los árboles crecen en matas) de castaño. No obstante la más espectacular de éstas aparece en un paraje llano (lo veréis marcado en el plano que os propongo, cerca de la casilla, con un gran punto verde).
En cualquier caso hay que recordar que, en primavera, el castañar suele estar lleno de pequeñas plantas en flor, como prímulas, narcisos azucenas, etc.
En la zona en la que el castañar se vuelve más cerrado y la vereda se estrecha, encontrareis bastantes ruscos.
Una vez que vayamos tomando altura, irá desapareciendo el castaño y su lugar lo ocupará el roble (de hecho será lo único que veáis en la última bifurcación que nos conduce a la carretera del Puerto de Honduras, la que el plano de la Oficina de Turismo os marca en rojo).
DISTANCIA TOTAL
Aproximadamente 7 km 700 m. de Hervás hasta Gargantilla.
TIEMPO ESTIMADO
Caminando a buen paso y a ser posible antes de que salga el sol, 1h. 15 min. ida y 1h 5 min.vuelta (siempre por el mismo camino y sin salir a la carretera del Puerto de Honduras en ningún momento).
CÓMO LLEGAR
Partimos de nuevo de La Corredera. Tomamos la calle peatonal que acaba en una enorme fuente nueva. Seguimos bajando por la carretera Hervás-Aldeanueva del Camino. Cuando veamos un cartel de carretera que marca “Cabezuela del Valle” (allí también veréis carteles para senderistas: “Senderos bosques Heidi y castañar”), giramos a nuestra izquierda como nos indica y, unos 30 m. más adelante, encontramos el cartel de carretera de Gargantilla.
Pasamos junto al cuartel de bomberos y por debajo del Puente del Monte. Entonces giramos a nuestra derecha y empezamos a recorrer la carretera de Gargantilla. Aproximadamente a 1 km encontramos un camino en tierra a nuestra izquierda (que no aparece en el plano y muere en una finca). A pocos metros se abre nuestra pista, muy ancha y marcada con un cartel que nos confirma que se trata del sendero hacia Gargantilla.
Aproximadamente a 1km 200 m. de la entrada encontramos, a mano izquierda, un sendero estrecho que no aparece marcado en el plano de la Oficina de Turismo y que no debéis confundir con el que veis en verde (que sí tiene salida a la carretera del Puerto de Honduras). Unos 400 m. después observáis que el camino se divide en dos casi del mismo ancho. El de la izquierda es el que veis marcado en verde en el plano. El de la derecha, que pasa por encima de un pequeño puente, es el que debéis seguir.
Una vez atravesado el puente (el arroyo seco que pasa debajo es Juan Pinto), encontraréis, a unos 150 m., una bifurcación en bajada a mano derecha. Unos 50 m. después, otra a mano izquierda. A unos 70 m. se abre ante vosotros un paraje despejado en el que destaca un puente por debajo del cual sí pasa agua (el arroyo Romanillo). 15 m. antes de este puente hay una bifurcación muy ancha en bajada, a mano derecha, que conduce a la carretera de Gargantilla. Nosotros debemos atravesar el puente (debajo del cual se ha conservado otro viejo en troncos que no os podéis perder) y seguir derecho.
A unos 80 m. veréis una casilla a mano izquierda y una baliza de frente. Allí el camino se vuelve a bifurcar y debemos tomar el de la derecha (el de la izquierda es el que os he desaconsejado anteriormente para llegar a la carretera del Puerto de Honduras, pues está muy comido por la maleza). A unos 15 m. salís a una zona despejada dominada por la enorme machotera de castaños que os he marcado en mi mapa. Entonces tomáis el camino de la izquierda, que está marcado por una baliza (el de la derecha os conduciría a la carretera de Gargantilla, cerca ya del pueblo).
A unos 230 m. aparece una nueva bifurcación a la derecha, pero nosotros seguimos por el sendero principal, marcado por una baliza. Esta parte del camino a veces se vuelve empinado y se estrecha considerablemente. Tras atravesar un castañar muy cerrado (que en el plano de la Oficina de Turismo os marcan con un estrechamiento del sendero en rojo), observaréis que el camino es cortado por otro casi semicircular (que en el plano de la Oficina han dibujado también con forma de Y). Entonces nos desviamos hacia la derecha (el camino de la izquierda conduce a la carretera del Puerto de Honduras).
A unos 300 m. aparece una bifurcación en subida a mano izquierda. A unos 250, otra en subida al mismo lado del camino. A unos 750 m., una bifurcación ancha de bajada a mano derecha. Finalmente, tras una cuesta pronunciada, aparece una baliza donde pone “sendero del castañar”. Entonces el camino se divide en dos. El de la izquierda, de subida, es el que aparece marcado en rojo en el plano de la Oficina de Turismo, que discurre entre fincas y os lleva hasta la carretera del Puerto de Honduras (pero tras mucho subir y abriendo una portilla cerrada). El que sigue de frente, en bajada, es el que debemos tomar para llegar hasta Gargantilla.
En adelante no nos desviamos del camino principal y no prestamos atención a las bifurcaciones (que fundamentalmente van a dar a fincas privadas). Al poco se empieza a ver el pueblo desde lejos y, más o menos a 1 km., aparece el cemento sobre el suelo. Se puede decir que ya hemos llegado. La bajada a Gargantilla es preciosa y os deja al lado del río.

ACLARACIONES SOBRE EL ÚLTIMO TRAMO QUE UNE EL CAMINO A GARGANTILLA CON LA CARRETERA AL PUERTO DE HONDURAS
Como os indicaba antes, he optado por no mencionaros las múltiples bifurcaciones que se abren aquí, pues todas conducen a fincas privadas y creo que, más que ayudaros, os despistaría. Por ello os doy las directivas fundamentales para llegar hasta la salida a la carretera, en la que encontraréis una gran portilla verde (casi a 2 km. del lugar en el que tomasteis este camino) que permanece siempre sin cerrojo para permitir la salida y entrada.
1. Seguid siempre el sendero principal y más ancho, en subida, sin desviaros ni a derecha ni a izquierda.
2. Sólo hay un caso en el que no debéis optar por el camino de subida: cuando veáis las marcas blanca y amarilla en una roca incrustada en el suelo, seguís de frente en lugar de tomar el camino de vuestra izquierda, que es de subida.

DENTRO DE NADA DISPONIBLES LAS CORRECIONES Y COMENTARIOS AL PLANO 6-7 (CASTAÑAR Y CASTAÑAR DEL DUQUE)

Como os indicaba ayer, necesitaba que el día de hoy fuese una jornada de reflexión ahí arriba. El corazón y la mente me pedían recorrer una ruta especial pero también realizar un esfuerzo intenso. Aunque en lo que va de agosto me he machacado bastante (normalmente alternando recorridos de veintitantos o treinta y pocos kilómetros —sin que hayan faltado también los de cuarenta y algo— con otros, en mis días de “descanso”, de entre diez y dieciséis) y antesdeayer mismo realicé la Heidi de cabo a rabo, como ya hemos explicado, es la mente la que debe imponerse sobre el cuerpo. Así que decidí, en realidad sobre la marcha, enlazar la ruta del Pinajarro con la Pista Heidi. Se trata de dos recorridos exigentes por separado, por lo que juntos se convierten en una posibilidad excelente de reforzar la voluntad y domar el cuerpo.
A pesar de la tristeza que motivó esta elección, ha sido un día muy especial. Aunque conozco bien desde hace mucho casi todo el camino, el trayecto me ha ofrecido más de lo que esperaba. Ha habido imprevistos maravillosos y enriquecedores, y las nubes que de vez en cuando cubrían el sol me han concedido una tregua la mayor parte del tiempo. En general, a medida que avanzaba tenía la sensación de que la montaña se sentía generosa, que había advertido mi pesar y quería levantarme el ánimo.
Como avanzaba ayer, he dedicado algunos momentos a reflexionar sobre el Pinajarro. No han pasado muchos días desde que estuve allí la última vez, pero hoy, para mi sorpresa, he encontrado un crocus florecido del que antes no había ni rastro. He querido considerarlo una señal, una ofrenda espontánea.
De este recorrido seguramente hablaremos en los próximos días, pues me permitirá proponeros varias rutas. Lo que de momento nos interesa es que tras bajar de las pistas, me he puesto manos a la obra y en breve podré ofreceros mis aclaraciones al plano 6-7 que podéis encontrar en la Oficina de Turismo. Es éste el que, como le indicaba ayer a nuestra amiga Estefanía (en comentarios a la entrada La piscina natural de Hervás permanecerá cerrada), considero más conflictivo. Por ello intentaré poner a vuestra disposición un plano muy sencillo (no tengo la presunción de realizar un trabajo serio, pues no soy cartógrafo) que se aleje lo menos posible del que probablemente ya tenéis, pero que subsane algunas omisiones que considero importantes y revise algunos puntos que me parecen confusos.

LA RUTA HERVÁS—LA GARGANTA (PLANO 12)

Como os prometía hace un par de días, hoy nos centraremos en la ruta que une Hervás con La Garganta. Me interesa especialmente poner de manifiesto los problemas que podéis encontrar si la afrontáis en este momento. Doy por sentado que en el festival del Otoño Mágico, cuando es transitada por muchas personas, las complicaciones que analizaremos habrán desaparecido ya. No obstante, mi principal preocupación es evitar que quien pretenda realizarla en estos momentos acabe perdido o abandone la empresa desalentado.
Quizá muchos de vosotros penséis ¿cómo me puedo perder si tengo una ruta marcada en el plano número 12 de Senderos por el Valle del Ambroz que he cogido en la Oficina de Turismo? Pues el problema fundamental, incluso para aquellos que se saben orientar bien en el campo, es que algunos caminos y sendas están tan abandonados (aparentemente no han sido usados desde el Otoño Mágico del año pasado) que resultan prácticamente invisibles. Así, podéis estar pasando al lado de la senda en la que debéis desviaros pero probablemente la pasaréis de largo y os introduciréis en otra, no porque no sepáis leer un plano, sino sencillamente porque no habéis podido ver la entrada del camino correcto.
Por eso me propongo daros descripciones muy pormenorizadas de la ruta a seguir y especialmente de los lugares en los que tendréis que realizar desvíos. El objetivo es que sepáis reconocer los puntos donde hay un camino que debéis tomar, incluso si no llegáis a percataros de su existencia hasta que ya hayáis empezado a transitarlo. Así mismo, me interesa recalcar los problemas que presenta la ruta en estos precisos momentos. No para desalentaros, sino para que quien finalmente decida optar por ella sepa realmente a dónde va y salga suficientemente equipado.
QUÉ LLEVAR
1. Pantalones largos y/o bastón. Una buena parte del trayecto está tan comida por la maleza que se hará fundamental llevar pantalones largos o/y bastón con el que apartar las zarzas, rosales silvestres y ortigas. Yo la he realizado sin bastón (no lo uso jamás, pero de esto ya hablaremos más detenidamente en otro momento) y en pantalones cortos (no tuve la suerte de que nadie me previniese sobre el estado de la ruta. Aparentemente todo el pueblo está convencido de que, al ser transitada en otoño, está despejada), pero desaconsejo vivamente que se realice de esta forma: incluso si sois bastante diestros caminado entre este tipo de plantas, luciréis las señales de la aventura sobre las piernas durante algunos días.
2. Agua en abundancia. Os pesará a lo largo del camino, pero incluso si salís muy temprano y sufrís menos el calor, acabaréis necesitándola. Debéis tener en cuenta que desde la Fuente Chiquita de Hervás hasta la fuente que encontraréis en vuestro camino justo antes de salir a la carretera cerca de La Garganta, no tendréis ningún punto en el que abasteceros de agua. Por otro lado una buena parte del trayecto habrá de efectuarse no sólo en subida, sino por una calzada en piedra muy irregular y con una pendiente vertiginosa (y asesina). De hecho, no es casual que normalmente los excursionistas no realicen el trayecto ida y vuelta partiendo desde Hervás, como haremos nosotros, sino sólo desde La Garganta a Hervás, es decir en bajada. Yo os aconsejo que en verano no llevéis menos de litro y medio por persona. Si luego sobra algo (y es muy probable que no sea así), mejor. Tener que racionar el agua es infinitamente peor que hacer lo mismo con la comida: destroza psicológicamente y deja secuelas en el cuerpo.

PRECAUCIONES
Extremar la atención para no saltaros los desvíos comidos por la maleza. En realidad este problema se presentará básicamente en dos puntos del camino. Deberíais estar especialmente atentos cuando os vayáis acercando a las inmediaciones de los parajes conflictivos que os describo en la sección Cómo llegar.

VENTAJAS DE ESTA RUTA
1. Entrareis en contacto con un tipo de bosque realmente espectacular: el bosque galería o bosque ripario (así denominado porque crece en la rivera de los ríos).
2. Tendréis la oportunidad de admirar la espectacular calzada romana. 4. Disfrutaréis de la Ermita de San Gregorio (La Garganta), rodeada por un jardín de encanto que contrasta con el paisaje desolador que la rodea (al menos en verano, ya que seguramente en cuanto lleguen las lluvias el prado en el que se enclava reverdecerá).
5. Podréis visitar el vecino pueblo de La Garganta sin necesidad de llegar por la odiada carretera (por la que además de tener que estar atentos a la circulación —que en realidad es más bien escasa— notaréis como vuestras piernas sufren las consecuencias de caminar prolongadamente por el asfalto).

INCONVENIENTES
1. La subida hasta La Garganta machaca los glúteos y abductores.
2. Ese esfuerzo, en verano, supone una perdida de líquidos considerable y un consumo de agua mucho mayor que en otras rutas. Lo que deberéis tener en cuenta a la hora de calcular cómo preparar vuestra mochila.
3. Dada la presencia de maleza en un buen ramo del camino, es muy probable que una vez en La Garganta optéis por realizar la vuelta por carretera. El trayecto es más corto por la montaña. No obstante, debido a la difícil accesibilidad, en efecto, la vuelta acaba realizándose a más velocidad por carretera.

CÓMO LLEGAR
Para tomar la ruta deberemos llegar hasta el puente que pasa sobre las vías del tren en la salida de Hervás dirección La Garganta (saliendo por la Fuente Chiquita), por el que pasa la carretera que nos lleva a este pueblo. Por tanto, hasta ese punto, el trayecto coincidirá con la primera parte de la ruta que propusimos para llegar hasta La Tejea.
Desde La Corredera accedemos al Barrio Judío recorriendo la calle Relator González. Giramos la primera calle (donde encontraremos una fuente) a la izquierda. Seguimos bajando la Calle de la Cuesta hasta el puente de la Fuente Chiquita. Lo atravesamos y entonces decidimos qué ruta tomar:
1. Continuamos de frente, tomando inmediatamente la carretera de La Garganta, y giramos a nuestra izquierda, entrando por el camino que se abre justo antes del puente sobre el que discurre la carretera.
2. Atravesamos el puente de la Fuente Chiquita, giramos a la derecha y bordeamos el río. Cuando el camino se bifurque, tomamos el de la izquierda, que se mantiene más o menos paralelo a la carretera. Pasamos por debajo del Puente Zorongollo y salimos a otro camino cubierto de cemento que da a la carretera de La Garganta. No obstante, en lugar de llegar a la carretera, os desviáis a la izquierda justo antes y pasáis bajo el puente. Atravesáis las vías del tren y salís al otro lado, junto a un cartel que nos informa sucintamente de su historia. Recordemos que el tren llegó por primera vez a Hervás en 1892, y dejó de pasar por aquí en 1985. Lo que, dicho sea de paso, supuso un duro golpe para mi abuelo, ferroviario de profesión, que pudo consolidar su relación con mi abuela precisamente porque, cuando los trenes no tenían parada en Hervás, sus compañeros maquinistas aminoraban la marcha al paso por el pueblo para que pudiese visitarla.
Tomamos el camino junto a ese cartel y 700 m. después encontramos un paraje muy verde (que reconoceréis fácilmente por la presencia de grandes alisos y de una roca con las conocidas marcas blancas y amarillas) gracias a la presencia de un regato junto a las antiguas vías del tren. Aquí seguimos por el camino de la izquierda y unos 30 m. después pasamos por debajo de un puente. Unos 600 m. más adelante, observaremos, a nuestra izquierda, un puente cerrado con cintas por seguridad, pues presenta un boquete considerable. Éste es el antiguo puente de La Tejea (que pasa sobre el río Santihervás). Si queréis seguir la ruta que os propone el plano n. 12 que distribuye la Oficina de Turismo, tendréis que atravesarlo (evidentemente con sumo cuidado y por el lado que aún está entero).
La otra opción consiste en tomar la primera bifurcación a mano derecha, que os llevará hasta la carretera de La Garganta, y una vez allí continuar hasta este pueblo por carretera. O volver a nuestra ruta (la que aparece en rojo sobre vuestro plano) mediante otro camino que enlaza más adelante la carretera con el Puente de la Candeleda.
No obstante, lo más sencillo, si queréis evitar la carretera, es atravesar con precaución el puente de La Tejea.
Una vez atravesado el puente, discurrimos más o menos paralelos a El Riato. Cuando desde lejos observéis que el camino se bifurca, empezad a fijaros atentamente en la vegetación que queda a vuestra mano izquierda, pues unos 30 m. antes del punto en el que el camino que estáis recorriendo se divide en dos (en la zona denominada El Castillo), comienza la senda que deberéis tomar (en estos momentos, tan llena de maleza que apenas es visible si no os fijáis mucho). La entrada está marcada por robles, pero cubierta por helechos y zarzas jóvenes.
Ahora nos estamos introduciendo en el bosque galería. Tendréis la prueba de que habéis tomado el camino apropiado a unos 30 m., cuando en una gran piedra incrustada en el terreno encontréis las familiares rayas. Además de enfrentaros a las zarzas, rosales y ortigas que amenazan con comerse el camino, observaréis que cerca de este punto hay incluso un árbol caído que lo atraviesa. Toca saltar por encima.
Unos 40 m. más adelante encontrareis, a vuestra izquierda, una gran casilla en un prado. A menos de 10 m., a vuestra derecha, aparece una casa abandonada y da la sensación de que el bosque empieza a hacerse menos tupido y más fácilmente transitable. Pero no os engañéis, en breve volveréis a veros rodeados de vegetación cerrada y maleza.
A unos 30 m. observaréis de nuevo las marcas en el suelo y dejaréis una portilla de palos a la izquierda, siguiendo por la derecha. En breve reencontraréis el camino empedrado que empezasteis a transitar al poco de entrar en el bosque galería. Es éste el que debéis seguir (aunque a unos 15 m. aparezca una bifurcación en tierra). A unos 30 m. aparecerá una baliza de madera que confirma que habéis tomado el camino justo.
A unos 10 m., el camino se bifurca y allí debéis tomar la senda de la izquierda y cruzar el puente que aparece ante vosotros, que es el puente de La Candeleda. Éste es el segundo punto de la ruta en el que debéis estar atentos, pues hay mucha vegetación en la zona, y la construcción no resulta visible hasta que no os acercáis bastante. Una vez atravesado éste, a unos 15 m., encontraréis una casilla en cuya pared aparecen las consabidas rayitas.
Aquí el camino empieza a volverse empinado (aunque empeorará mucho posteriormente). Atravesamos un padrón en tierra. Unos 30 m. más adelante salimos a un camino encementado donde encontraremos un cartel (de los que marcan los senderos de los bosques de Hervás) que señala la senda por la que hemos llegado hasta este punto. Si tenéis el plano n. 12 delante, para que no os quede ningún género de dudas sobre nuestra posición, estamos en el lugar en el que la ruta en rojo es atravesada por un camino en color blanco (del que se os indica que tiene una anchura de 20 m.).
Ahora tomamos el camino en tierra que se abre ante nosotros (la continuación natural del que hemos seguido hasta aquí), en cuyo centro aparece una roca marcada con las sempiternas rayas. En breve volvemos al camino empedrado, que ya no abandonaremos hasta salir a la carretera que conduce de La Garganta a Hervás, cerca de El Mirador. En este tramo encontramos marcas sobre las rocas y balizas de vez en cuando, y el camino se vuelve empinadísimo.
Más o menos a 1 km. 800 m. del punto donde vimos el cartel con la leyenda “sendero de los bosques de Hervás”, aparecerá una fuente cuya agua se acumula en un antiguo pilón de piedra. Llegados hasta este punto bajo el sol, casi un espejismo. 15 m. más arriba salimos a la carretera. La atravesamos y tomamos el camino en tierra que continúa de frente (a los pies del cual aparece un muro con otra fuente). A unos 50 m. encontramos la Ermita de San Gregorio. Pasamos a su lado y nos dirigimos hacia la izquierda.
Observaréis que allí hay una portilla, que es la que permite seguir el camino La Saura. Es de suponer que se mantenga abierta durante el Otoño Mágico. No obstante, aunque la encontréis cerrada en este momento, es posible pasar por un pequeño hueco en la parte baja (siempre que no seáis excesivamente corpulentos y tengáis una cierta flexibilidad).
La visita a la deliciosa ermita es obligada. Frente a ella se abre una gran charca marcada con la leyenda Poza del Castañar en vuestro plano.
Estamos ya muy cerca de La Garganta. Al salir de la ermita, si camináis siempre de frente, dejando la pequeña construcción a vuestras espaldas, en unos 60 m. saldréis por una portilla (al lado de la cual encontraréis un cartel que os informa de que acabáis de atravesar el Castañar del Lomo) a la carretera que une La Garganta con Hervás. Para volver en dirección a Hervás, tendríais que seguirla hacia vuestra derecha. Y la para alcanzar La Garganta, hacia la izquierda.
Si tenéis el plano delante, para que no os quede duda de dónde estamos, habéis salido a la carretera a la altura del camino estrecho que se cruza con el Cordel dentro del propio Castañar del Lomo.
Para seguir La Saura y salir a la carretera de Candelario, como os propone el plano, deberíais desviaros ligeramente hacia la derecha mientras camináis por el Castañar del Lomo.
En cualquiera de los dos casos os faltan entre 500 m. (por el camino en rojo que os marca el plano) y 1 km (por la carretera en este último tramo) hasta llegar al pueblo de La Garganta.
Ahora ya sólo os queda volver hasta Hervás. Hay que decir que, incluso si escogéis la carretera para hacerlo, disfrutaréis de unas vistas maravillosas no sólo desde El Mirador, sino todo el trayecto, pues la vegetación en esta zona es particularmente espectacular. Además, antes de llegar a Hervás, pasaréis junto a La Tejea. Puede ser una buena oportunidad para refrescaros los pies o incluso tiraros de cabeza, dependiendo del calor que hayáis sufrido por el camino.

VEGETACIÓN
Al empezar vuestro viaje en Hervás atravesaréis paisajes muy verdes formados por prados y huertas de frutales.
Cuando toméis la bifurcación en la zona de El Castillo (la más difícil de advertir de todo el trayecto), os introduciréis en el bosque galería. Allí encontraréis una vegetación muy tupida. Al principio aparecerán robles, pero sobre todo bastantes nogales, endrinos, espino blanco, saúco, alisos y valerianas dentro de El Riato. A medida que avancéis, iréis viendo castaños e irán aumentando los rosales silvestres y la hiedra. En los márgenes de El Riato aparecerán chopos y alisos. En el sotobosque encontraremos macizos de ruscos y helechos en puntos determinados. Por doquier crecen zarzas y ortigas.
Una vez que abandonemos el bosque galería e iniciemos el largo ascenso hacia La Garganta (largo sobre todo porque se hace muy cuesta arriba, nunca mejor dicho), encontraremos básicamente monte de roble. Aunque también veremos algún manzano silvestre, espino blanco y unos maravillosos endrinos (de los cuales os dejo una foto). Al respecto, os recuerdo que no es el momento apropiado para exponerse a una diarrea, de modo que si cogéis endrinas, procurad consumirlas, en poca cantidad, una vez hayáis vuelto a casa.
El Castañar del Lomo, en verano, con la hierba seca, parece casi un paisaje lunar. En él quedan algunos grandes castaño dispersos, aunque otros están totalmente secos y le conceden un aspecto un tanto tétrico incluso en pleno día y bajo el sol.

DISTANCIAS TOTALES
Aproximadamente 10 km. 500 m ida. Si la vuelta la realizamos por carretera, debemos calcular otros 12 km. hasta volver al centro de Hervás.

TIEMPO ESTIMADO
En las condiciones en las que se encuentra ahora el camino, 2 h. ida. La vuelta por carretera se puede efectuar, a muy buen paso, en menos de 2 h..

CONSIDERACIONES FINALES
Aunque es evidente que la antigua calzada fue conservada y reutilizada por nuestros bisabuelos (lo que demuestra que ellos eran bastante más inteligentes que nosotros, que dejamos caer en el abandono estas magníficas rutas, atajos que servirían para mantener comunicados los pueblos de la sierra), resulta imposible no maravillarse de su solidez e imponente austeridad. El Ministerio de Fomento sí que funcionaba bien en época de los romanos.

RUTA HERVÁS LA GARGANTA (RECORRIDO DEL OTOÑO MÁGICO)

AVISO DE EXTREMA IMPORTANCIA SOBRE LA RUTA HERVÁS-LA GARGANTA
Aquellos de vosotros que deseen realizar esta ruta en verano, deben saber que el trayecto propuesto por el plano Senderos por el Valle del Ambroz n. 12 no es transitable en estos momentos. O al menos desaconsejo vivamente el intentar realizarlo sin haber leído antes y memorizado las indicaciones que os ofreceré en un par de días. Como ésta es la propuesta recogida en los planos que más problemas os puede ocasionar y me preocupa sinceramente (pues no me cabe duda de que ni siquiera una persona acostumbrada a orientarse lograría encontrar el camino si no hubiese estado allí antes), en cuanto os de a conocer La Chorrera, que atrae a muchas más personas, os ofreceré explicaciones detalladas al respecto.

Los verdaderos protagonistas estan aquí