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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

SOBRE EL ESPEJO DE HIELO

La Chorrera a 30 de diciembre de 2011



NATURALEZA MUERTA
Aleja los narcisos del agua:
no quiero ver
su imagen en el río.
No palpita ya la corriente;
sólo escarcha por sus venas,
granizado melancólico
que no sabe de racimo.
Dónde el vino tibio,
dónde el pan compartido.
Aleja los narcisos del agua,
que no puedo, no,
sostenerle la mirada al frío.
                                                                                                     (S. G. I. Valencia, 30 de enero de 2012)

 


Narciso de Caravaggio


Para escuchar a Simon and Garfunkel interpretando Sound of silence

LEVÁNTATE Y ANDA


AL CUARTO DÍA, LÁZARO
Huye de los sepulcros sucios.
También, de los blanqueados.
Son todos igual de oscuros.
Demasiado, pasatiempo
en otras manos.
Pero a veces escapa el ratón
de las garras del gato.
Si tropiezas en la piedra,
levántate y anda.
Que no se acostumbre tu cuerpo
a la mortaja.
                                                        (S. G. I. Madrid, 25 de enero de 2012)
Resurreción de Lázaro por Juan de Flandes


Para escuchar a Café Quijano interpretando De Piratas
http://www.youtube.com/watch?v=mEES67nmEmw

Trailer oficial de La última tentación de Cristo, de Martin Scorsese
http://www.youtube.com/watch?v=qJKxg4p-Alk

JARDINES DE PIEDRA

Museo Arqueológico de Estambul (de cuando estuve muerta)

CONFINAMIENTO
Mutismo:
es de silencio
mi nicho.
Mi lecho,
de piedra.
Reposo eterno:
lejana promesa.
He de estar
‒en vida‒
muerta.
                                                                                                       (S. G. I. Madrid, 24 de enero de 2012)

idem

Para escuchar a Ismael Serrano interpretando Caperucita

TOCADO NUPCIAL


OFELIA
Flores pálidas
para la esposa nueva:
se enredan en tus algas
las estrellas.
Flotan ingrávidos los cabellos
en la alberca;
tú aún no sabes
que estás muerta.
                                                      (S. G. I. Madrid, 23 de enero de 2012)

Ofelia de Sir John Everett Millais

Para escuchar a Francesco Guccini interpretando Ofelia

DOLCE FAR NIENTE

Gorilas (Zoo de Madrid)

EDÉN
Un tajo jugoso
de sol
‒o de luna‒
sobre el mantel
de musgo verde
comer.
Y después,
bajo la sábana
del cielo,
a medias,
la siesta
sorber
Dormitar.
Como nenúfar
flotar
plácidamente
dolce far niente
sobre el cristal.
En la alberca
soñar.
                                                                                                       (S. G. I. Madrid, 24 de enero de 2012)

Gorila (Zoo de Madrid)

Dolce far niente de John William Godward

Dolce far niente de John William Waterhouse



 Para escuchar a Nightnoise interpretando For You

Para escuchar a Nightnoise interpretando Night in that land


UNO, DE DOS CUERPOS


SOPLA MORFEO
De letargo infecundo
‒sueños sin sueños‒,
de años desaparecidos por el sumidero
no me arrepiento:
traspiés comunes nos han lanzado
al mismo agujero
‒de pozo sin fondo,
a fértil surco del huerto‒.

Aves nocturnas:
revoloteamos
entre la noche y el día
por recuperar las palabras
que no fueron dichas.

‒¿Dónde estuviste escondida
tanto tiempo
mientras yo me hundía?
‒No importa cuándo,
sino por qué, mi vida.

Al alba, dormidos,
nudo gordiano,
tu cuerpo y el mío.
Dos polizones cabalgan
un único destino.
Cine sobre sábanas blancas:
tras el sol
se aleja por el horizonte
nuestro navío.
                                                                                                          (S. G. I. Madrid, 23 de enero de 2012)


Para escuchar a Moody blues interpretando Night in white satin

LA CLAVE DEL TESORO


IMPLOSIÓN
Se ceban en mi poesía tus tijeras
“No cabe en mis sesos”,
dices.
Y yo sospecho:
quizá tampoco en tus oídos
quepan mis versos.

Comprendo
que sale la sordera más a cuenta.
En este práctico mundo de verticalidad,
cuanto no se ajusta a los estrechos márgenes
del folio
se queda fuera.

De lírica frondosa no es tiempo.
Caen las palabras una tras otra
al suelo.
Por las podas
se desangran mis dedos.

Sufro sin saber por qué.
Tardo mucho,
pero al final comprendo:
no hay mal que por bien no venga.
En la síntesis mora la esencia.

Y a esa equis en el mapa
de uno mismo
que no descubre cualquiera.
                                                       (S. G. I. Madrid, 20 de enero de 2012)

Para escuchar a Adele interpretando Rolling in the Deep


EN EL CALOR DEL INVIERNO


FLORECEN LAS COPAS DE LOS ÁRBOLES
Por ti vaciaría y llenaría la mar
Cuantas veces hiciese falta.
Pero no será mi don
anticuado collar de perlas
manoseadas.

Te regalo un amor
eternamente nuevo, 
recién brotado,
guirnalda fresca:
flores de bocas abiertas
y lenguas entrelazadas
                                                                           (S. G. I. Madrid, 19 de enero de 2012)


Para escuchar a Márta Sebestyén interpretando Szerelem, szerelem
http://www.youtube.com/watch?v=QBoOa3PzPg8

Para escuchar la versión de Bilja Krstic
 http://www.youtube.com/watch?v=0pjeFzrDvNc&feature=related

EL AMANECER DE UNA NUEVA ERA

Ayer charlaba con nuestra querida amiga Laura Uve (administradora del blog U-Topía) acerca de cómo la perspectiva sobre la Historia de la que goza el profesional en la materia es bien distinta de la del común de los mortales. Ella, que también es de la profesión aunque un poco menos antigua que yo, de seguro habrá reflexionado, como todos nosotros, cientos de veces sobre este tema. Como advierte el Eclesiastés, “quien aumenta su saber, aumenta su dolor”.
Recuerdo con especial cariño una de mis primeras entregas de premios literarios, unas Navidades en la Fría Mota del Cuervo, Cuenca, donde la Asociación de Amigos de los Molinos de Viento me acogieron cálidamente. Recuerdo aquel relato de marcado regusto pictórico e histórico, como muchos otros que vendrían después. Fue uno de mis mejores títulos, uno de los más lúcidos y fecundo en contenido: “La imperfección del círculo”. Era aquel relato que tomaba por excusa la obra y vida de El Bosco y los recuerdos de un hipotético superviviente del exterminio nazi, amén de una muestra de repulsa hacia la intolerancia, una reflexión sobre lo poco que el hombre ha cambiado en el fondo: sobre su patológica tendencia a tropezar sistemáticamente en las mismas piedras, sobre su aparente torpeza en el aprendizaje (o su pertinaz cabezonería, aún no he acabado de decidirme).
Por eso hoy, justo al volver de clase, he decidido contaros una historia. Una historia que no es una fábula sino un recuerdo lejano de lo que fue. Aunque a veces los recuerdos se mezclan con los sueños y, en ese paisaje vago de la mente, donde las brújulas a menudo pierden el norte, las fronteras se vuelven frágiles. ¿Hasta dónde lo real y lo ficticio? ¿Hasta dónde el pasado y el presente?

El término Pueblos del Mar no resultará ajeno a todos aquellos que tengan un mínimo conocimiento de Historia de Oriente. A estas gentes se responsabiliza del colapso de las instituciones que tradicionalmente habían regido la vida en Mesopotamia: el templo y el palacio. Siempre me ha hecho gracia esa visión que a menudo se nos ha inculcado de determinadas etnias, la demonización que sobre algunos pueblos ha caído como una maldición bíblica. Como si, por ejemplo, los Pueblos del Mar (una denominación que aglutina a gentes de etnias y culturas diversas) hubiesen sido esos tipos malos-malísimos, altos y fornidos, con grandes mostachos (desgreñados y sucios), cascos con cuernos y caras de pocos amigos (quizá por el peso de los propios cuernos…), que desembarcan en plan caballo de Atila (para que no vuelva a crecer la hierba) el primero de enero del 1200 a.C (1)  a las ocho de la mañana (sin respetar siquiera la resaca del Fin de Año y el merecido sueño, cosa que hasta los enemigos de Gila tenían el buen gusto de hacer: “Oiga, ¿es el enemigo? Es que me he enterado que vais a atacar a las siete de la mañana. ¿Y no podríais atacar más tarde? Es que a esa hora estamos todos durmiendo”). Porque ellos son bárbaros, sí, y bestias también; pero muy puntuales al tiempo.
En realidad los pueblos del mar no hicieron más que impulsar un proceso interno puesto en marcha en la propia Mesopotamia. Porque, evidentemente, los tiempos ya estaban maduros para un cambio.
Al final del Bronce asistimos a modificaciones fundamentales en la estructura social mesopotámica. Se advierte un malestar creciente, una crisis no sólo de estructuras e instituciones sino también, y mucho más preocupante, de valores. Mesopotamia está agitada por migraciones internas propiciadas por el colapso de las estructuras sociales precedentes, y la reducción demográfica no permite satisfacer las exigencias de los palacios. Pero éstos no parecen dispuestos a adaptarse a la crisis: siguen pretendiendo del ciudadano lo mismo que cuando las cosas iban mucho mejor… No es extraño que las familias caigan en la esclavitud por deudas, pues las gentes consiguen préstamos empleando como aval sus únicos bienes, a esposas e hijos. El miedo y los intereses propician el desmembramiento de la familia, minan la cohesión social: proliferan los documentos jurídicos en los que hermanos luchan entre sí por la herencia paterna. Y esta situación ya ni siquiera intenta ser subsanada por los soberanos, que habían pasado los últimos siglos promulgando reiteradamente edictos en los que se presentaban bajo el modelo real del “buen pastor (re’û, exactamente el mismo término empleado para el señor que cuida de las ovejas… No sé si duele más el paternalismo o el recochineo)”, como el protector de las viudas y los huérfanos. Edictos cuya proliferación demuestran cuán fácilmente se veían relegados al olvido por un mundo despiadado.
Hay, en definitiva, un clima de “sálvese quien pueda”, de preocuparse cada uno sólo de su propio pellejo. Y en estas circunstancias la población se dice, justamente, “si las estructuras dominantes (el templo y el palacio) sólo piensan en sí mismos, si me exigen mi trabajo y viven a mi costa pero no me protegen, como decía Groucho Marx, que paren el mundo que yo me bajo”. Las gentes, para librarse del peso fiscal (y quizá también en parte de determinadas estructuras mentales) impuesto por el modelo palacial, huyen de las ciudades y se estructuran en grupos tribales pastorales, grupos que se conexionan en buena medida gracias a la solidaridad y a los parentescos de sangre. El resultado es que templo y palacio se quedan sin mano de obra, hundiéndose aún más en la crisis. Es una pescadilla que se muerde la cola.
En esa nueva estructura social se encuadran los arameos, que son en origen gentes nómadas, aunque luego se constituyan en estados. Resulta relevante cómo una comunidad se define a sí misma, cómo les gusta ser imaginados. Y es evidente que a los arameos les gustaba considerarse una familia, apelar insistentemente a los antepasados comunes, como demuestran algunos de los nombres de sus estados: Bit Agusi, Bit Adini. En el Hierro observamos una identidad nacional basada en la pertenencia a una familia: una voluntad del ciudadano de recuperar la perdida cohesión social.
El colapso de los tradicionales centros de poder, a la sombra de los que había nacido la escritura con un único fin administrativo (es decir para facilitar el control de los recursos económicos), facilitó una democratización de la misma, que además había ido simplificándose progresivamente gracias a un proceso de fonetización (2)  y haciéndose con ello accesible a más personas. Mientras antes la escritura quedaba en manos de profesionales, los escribas, que dedicaban mucho tiempo y esfuerzo a aprender las largas listas de signos. El escriba había actuado como un canal entre la lengua oral y la lengua escrita y también, como un canal entre la población y su propia lengua. Con la destrucción de muchos palacios asistimos a la desaparición de los archivos y a la dispersión de los escribas. Si el poder a cuya sombra viven desaparece, ellos se ven obligados a buscarse, literalmente, la vida de otra forma o cuanto menos en otro lugar.
 Más personas pasan a tener la oportunidad de no necesitar intermediarios para acercarse al texto escrito. Este proceso democratizador deja también su rastro en las fuentes. Ahora aparecen, hablando en primera persona, gentes que no habían tenido oportunidad de dejar constancia de su existencia y comienza la historia de los anónimos: un sector de la sociedad cuya historia precedentemente habíamos tenido que rastrear en los testimonios de la clase privilegiada (la que sí tenía acceso a este medio de expresión aunque fuese mediante los escribas), que nos ofrecen una visión subjetiva si no interesada, o en fuentes materiales no textuales, y por ello más sujetas a múltiples interpretaciones. Las nuevas voces implican, además, grandes cambios en la naturaleza de las fuentes: todos los documentos sumerios (como sabéis, los sumerios les prestaron la escritura cuneiforme a los semitas acadios) más antiguos son de contenido económico, mientras los primeros documentos arameos son inscripciones de propiedad en pequeños objetos, breves grafitos en cerámica, inscripciones funerarias, estelas votivas y documentos diplomáticos. Es decir, el mensaje mayoritario es “yo estuve aquí”. Las fuentes escritas revelan una mentalidad cada vez más liberada de las antiguas instituciones, un uso  cada vez más individualista de ese “nuevo” instrumento con el que personas anónimas pretenden dejar constancia de su paso por este mundo. Se produce un enorme cambio en la historia del pensamiento humano.
Lo mismo os suena. Aunque supongo que, al otro lado, no todos seréis historiadores…


NOTAS
(1) Recuerdo, por si a alguien se le escapa, que en el 1200 a. C los años, evidentemente, no comenzaban el primero de enero.

 (2)  Proceso por el cual los signos, que originariamente habían tenido varios valores logográficos y fonéticos, van perdiendo progresivamente los primeros para favorecer a los segundos. 


Para escuchar a Alberto Cortez interpretando Castillos en el aire

EN VUELO


TERAPIA DE LA TIJERA
Procura recordar:
no tienes por qué seguir
a quien se empeña en llevarte
a donde no quieres ir.

Decide el títere osar;
corta finalmente sus cuerdas
y el peso del que se libra
lo echa ligero a volar.
                                                                                                         (S. G. I. Madrid, 15 de enero de 2012)


Para escuchar a Facundo Cabral interpretando Pobrecito mi patrón

DESDE EL INFIERNO

Garganta del Infierno (Valle del Jerte)
En 1916 un grupo de hombres decidieron no convertirse en carne de cañón en una guerra que no era la suya. Durante la Rebelión de Pascua, algunos separatistas irlandeses optaron por no defender la causa inglesa en la Primera Guerra Mundial y luchar, en su lugar, por la independencia de Irlanda. El movimiento fue sofocado inmediatamente y sus líderes, ajusticiados. Pero la memoria de los hombres caídos infundió valor a todo un pueblo. Inspiró también a Canon O’Neill, que escribía la famosa Foggy Dew. Muchos habían llegado a la conclusión de que no merece un leal vasallo quien no se comporta como un buen señor.



LÁGRIMAS DE SAN LORENZO
Tan lejos,
tan cerca:
es siempre la misma bota
la que aprieta.
Aun en otro espacio y otro tiempo,
a todos nos arrancaron el cuero.

Clama mi garganta seca
por esta sed que justicia no ahoga
De amparo ni sombra
que ofrezca
a mi decepción consuelo:
no hay piedad ni descanso
en el Infierno.

Aparta de mí ese caldero,
que no quiero ver
lo que se cuece dentro:
ha de quedar el hórrido sustento
crudo,
me temo.

Con la corriente baja
un barquito repleto
de desatendidos ruegos:
ritual contra el resentimiento.
Hinche sus velas el viento.
Fluya, como veneno,
el rencor acerbo
lejos.
                                                                                                      (S. G. I. Madrid, 14 de enero de 2012)


Para escuchar a Sinead O’Connor y The Chieftains interpretando Foggy dew

Para escuchar la versión de The wolfe tones

EL LENGUAJE DE LOS PÁJAROS


CREE EL LADRÓN
Por más que se encojan las vísceras,
hoy la piel queda estrecha.
Las puntadas con las que me zurcí tiran;
crujen lamento desatendido los remiendos.
Si miro el torrente fluir de mi boca confiado,
en Casandra pienso.

Y yo sé que no es ella,
sino Medusa convertida en piedra,
quien, desde el otro lado, me observa
Pero sé también que no importa
demasiado:
las dos mujeres perecieron
bajo la hoja cruel de las lenguas,
y hubieron de someterse
finalmente
a normas ajenas.
Aunque ambas, a su modo,
resistieron fieramente,
ornaron sus tobillos grilletes
en lugar de ajorcas ligeras.

“Soy inocente”, me digo.
Pero sobre mí revolotea
suspicacia negra.
Sólo cristalina agua nace
de mi boca.
Sin embargo estoy maldita:
marcada por tu saliva
de Guerrero.
Condenada, quizá,
a que mi verdad
permanezca sólo mía.

“Demasiado transparente
para ser honesta”,
afirman los mendaces
antes de lanzar
la primera piedra.
                                                                                                          (S. G. I. Madrid, 11 de enero de 2012)


Para escuchar a Carmen Consoli interpretando Maria Catena

LA SOMBRA DEL PEREGRINO


Podría tratarse del lapón (paradójicamente nacido en la actual Turquía) más solicitado por estas fechas, del barbudo Papá Noel; pero en realidad soy sólo yo esta mañana, atravesando Puente Zorongollo al regreso de La Tejea. Arrastrando, como siempre, mi repleta mochila por callejuelas y caminos mientras todos duermen aún. Quien sabe, niños grandes, si mañana al despertaros encontraréis algo inesperado dentro de vuestros zapatos. Aunque para eso hace falta haber sido bueno…
Espero que los Reyes Magos (porque, a pesar de no ser monárquica, sí me considero tradicional para algunas cosas, sólo para unas pocas) os dejen muchos proyectos y que ninguno de ellos perezca en los cajones. Espero que los veáis despuntar y ramificarse como las astas nuevas de los renos. Que nos traigan muchos pasos, uno detrás del otro. Y caminos, siempre caminos por recorrer.
Yo tampoco he perdido la esperanza de que me dejen algo. Al fin y al cabo nunca he pedido demasiado, sólo colarme por las chimeneas del inconsciente de vez en cuando.
Dormid con los ojos apretados esta noche, profundamente, y soñad con los pasos furtivos que escuchabais en la infancia, cuando aún existía la magia. Me sumo a la petición de Manolo García: “préstame esta noche tu maleta de los sueños”.

Para escuchar a Jethro Tull interpretando Christmas song

Y porque, cuando se trata de los grandes, no hay nada como el directo

Los verdaderos protagonistas estan aquí