.

.

DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

REVELACIÓN


Catedral Vieja de Plasencia


En estos últimos días, por motivos que no vienen al caso aunque existen –nada sucede porque sí, aunque algunos se empeñen en hacernos creer lo contrario– he releído una novela descubierta hace muchos años, cuando aún vivía en Italia. No soy aficionada al género policíaco, pero aprecio la buena literatura más allá de los géneros y los argumentos. Por eso recomiendo El silencio de Dios, de Gilbert Sinoué, a los amantes de la novela policiaca. Pero también, en general, a todos aquellos seres dispuestos a no dejarse aniquilar por la ciega y sorda ortodoxia; a quienes cultivan la duda constructiva, la reflexión esclarecedora y enriquecedora –si bien no exenta de dolor–. Jamás, el devastador escepticismo.
Son tiempos para reflexionar sobre el libre albedrío. Porque en lo más íntimo cada uno de nosotros sabe lo que está bien y lo que no. Por eso es necesario aprender a despojarse de miedos o intereses; hacerse responsable de los propios actos y sus consecuencias. Es necesario no cerrar la puerta a la propia conciencia.


Atravesará un camello el ojo de una aguja antes de que la ausencia de escrúpulos pise el reino de los cielos. Estoy segura. Es estrecha la ranura para quienes no aman ni respetan a sus semejantes. Da igual en lo que digan creer, porque resulta demasiado fácil leer en sus corazones… de piedra.

Ángel de la Revelación, William Blake

Para escuchar a Florence and the Machine interpretando No Light, no light




9 comentarios:

  1. Me gustaría creer en tu afirmación de que 2un camello atravesará el ojo de una aguja antes de que la ausencia de escrúpulos pise el reino de los cielos", pero no sé, no se´..
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo nutro pocas convicciones férreas, pero ésta es una de ellas: si existe, no me cabe duda de que determinadas personas han de preocuparse seriamente. Abrazos.

      Eliminar
  2. Teólogos, filósofos, religiosos... ante la pregunta, como puede Dios permitir tanta maldad y brutalidad en la tierra?? la respuesta automática es que Dios no tiene nada que ver puesto que le dió al hombre el libre albedrío. Sin embargo y dado que nos has propuesto reflexionar sobre él, pienso que consiste en aprender que toda causa tiene un efecto, pero desgraciadamente cerramos los ojos al efecto que produce nuestro libre albedrío. Creo que me he liado...
    Sobre el camello por el ojo de la aguja... a las pruebas me remito:

    http://imageshack.us/photo/my-images/208/camelloaguja.jpg/

    Espero sepas perdonarme la licencia.
    Besos Salomé.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú tienes siempre licencia. Y muy por el contrario, diría que, también en esta ocasión, las cosas muy claras. Besos.

      Eliminar
  3. nuestros corazones, vueltos en piedra por como va este mundo, no significa que perdamos sentimientos como el de la honestidad, solidaridad, igualdad y libertad
    .
    saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y sin embargo hay personas, querido Omar, que no dan muestras de nada de eso hasta que no se les coloca contra las cuerdas... Besos.

      Eliminar

Los verdaderos protagonistas estan aquí